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El coche del futuro, según Toyota y Uber

El coche del futuro, según Toyota y Uber

Raul Toledano

Toyota y Uber, Uber y Toyota, dos líderes de sus sectores aunando fuerzas de cara al futuro escenario de la movilidad, donde el uso del coche cambiará tal y como lo concemos ahora. Ambas empresas confirman el acuerdo, pensando en servicios de vehículo compartido.

El servicio de taxi alternativo (y no poco polémico) Uber llega a un acuerdo con uno de los tres gigantes del sector automovilístico, Toyota, para poner en marcha una alianza de futuro con el objetivo de trabajar en el campo de los vehículos alternativos. Este acuerdo llega pocos días después de la confirmación por parte de los principales rivales de Toyota, General Motors y Volkswagen, de que ya trabajan en el mercado de los coches autonómos con Lyft y Gett, respectivamente.



En un contexto en que las tendencias de uso de los automóviles evolucionan rápidamente, Toyota habla de una invesión, mientras que Uber habla de "una asociación estratégica". De cualquiera de las maneras, estamos ante la constación de que las marcas de coches se toman muy en serio el transporte y los vehículos compartidos, como paso intermedio para lo que vendrá después: el coche autónomo.

La cantidad de dinero que Toyota inyecta en Uber no se conoce, pero ambas se comprometen a ampliar el servicio de coche compartido en nuevos mercados donde esta práctica está en plena expansión. La colaboración entre ambas compañías incluirán diversas pruebas y acciones, para lo que se analizarán las diferentes regulaciones, así como las condiciones del negocio y también las necesidades de los consumidores finales.



A través de esta alianza, las empresas crearán nuevas opciones de leasing en las que los consumidores podrán adquirir en este régimen vehículos a Toyota Financial Services y abonar las cuotas a través de los beneficios generados como conductores de Uber. El período de este contrato será flexible y se centrará en las necesidades del cliente.

Uber empezó a realizar las primeras pruebas con su coche autónomo el pasado jueves en Pittsburgh (Pensilvania), donde tiene sede su centro de tecnologías avanzadas. Aunque utilizó un Ford Fusion Hybrd, a partir de ahora podrá ser Toyota la que le suministre los coches, con el objetivo de que el transporte sea lo más eficiente posible.

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