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Toyota Corolla, ésta es la versión más innovadora que ha existido

Toyota Corolla

El Toyota Corolla es el coche más vendido de la historia y lleva décadas a la venta, motivo por el que uno podría pensar que ya hemos visto todos los Corolla que había que ver. Sin embargo, la marca nipona no deja de usar al compacto para desarrollar nuevas tecnologías y recientemente ha presentado la versión más innovadora que ha existido del modelo.

Se trata del Toyota GR Corolla, pero no del convencional, que goza del título de ser el Corolla más deportivo de la historia, si no de la variante adaptada para funcionar quemando hidrógeno, tecnología que por el momento se ha usado en competición, pero que en un futuro podremos ver en coches de calle.

La primera prueba real del Corolla de hidrógeno fue en marzo de 2022, en la ronda inaugural de la Super Taikyu, celebrada en el Circuito de Suzuka. Más adelante participó en las 24 Horas de Fuji (358 vueltas) y recientemente salió a la pista de las 24 Horas de Le Mans con Akio Toyoda, presidente de Toyota Motor Corporation (TMC), al volante.

 

Lo importante del Toyota GR Corolla H2 no es el coche en sí, si no las posibilidades tecnológicas que implica para el hidrógeno, como una alternativa con más ventajas que su uso en pilas de combustible y en formato gaseoso.

Este enfoque permitiría adaptar los motores existentes para que en vez de gasolina quemen hidrógeno, algo mucho más barato que adquirir coches eléctricos nuevos y también más sostenible, pues permitiría a los coches actuales alargar su vida útil, siendo más limpios por el camino, aunque no sean cero emisiones puros.

Además, el estado líquido del hidrógeno presenta numerosas ventajas sobre el mismo el formato gaseoso. 

Toyota GR Corolla H2 de hidrógeno líquido

Su densidad energética es mayor, por lo que permite tener mejores autonomías. Es más compacto, por lo que no hacen falta depósitos tan grandes o, si se usan los mismos, la cantidad de combustible que entra es mayor.

Sus necesidades de almacenaje son mucho menos exigentes. No necesita estar a alta presión en depósitos cilíndricos, por lo que los depósitos se pueden adaptar a la forma que más convenga para ocupar lo menos posible en el vehículo. 

Esto no aplica solo a los coches, también a las estaciones de servicio, que reducirían hasta un 25% sus necesidades de espacio, además del hecho de que, gracias a no tener que estar almacenado a presión, los vehículos podrían repostar uno detrás de otro, agilizando el proceso.

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