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Todoterrenos vs SUV: diferencias y usos recomendados

Todoterrenos vs SUV

A estas alturas, en las que los todocaminos son prácticamente omnipresentes, ya no debería haber dudas sobre su naturaleza. Sin embargo, para los más rezagados o, simplemente por aclarar las cosas, vamos a analizar las diferencias existentes entre los todoterrenos y los SUV.

Para ello lo primero es fijarnos en que, efectivamente, existen similitudes entre ellos, sobre todo para el ojo inexperto. 

Tanto unos como otros son modelos de tamaño mayor al habitual entre los turismos, sobre todo porque son más altos que estos, en gran medida porque disfrutan de una mayor altura libre al suelo. También presentan un aspecto más imponente, derivado sobre todo de la altura extra de la que gozan.

 

Sin embargo, ya desde el plano estético (aunque no sea lo más importante) se pueden apreciar diferencias, pues los todoterrenos suelen tener una imagen más ruda y, a menudo, cuentan con elementos exteriores que tiene un uso más funcional que estético, como pueden ser defensas de paragolpes adicionales, estribos laterales, faros auxiliares, neumáticos todoterreno, etc.

A pesar de ello, para los “paganos” es posible que a primer avista algún SUV pase por un auténtico 4x4, algo que no ocurre si entramos en detalles técnicos.

La primera diferencia entre ambos grupos es el sistema de tracción. Los todocaminos pueden ser 4x4 en ocasiones, pero el grueso utiliza un sistema de tracción delantera. Esto es impensable en los todoterrenos, que emplean sistemas de tracción integral que, también a menudo, disfrutan de reductora y de bloqueos de diferencial.

También, aunque ambos cuentan con más distancia libre al suelo que un coche normal, en los SUV la mejoría es menor que en los todoterreno, que tiene todavía más margen.

A esto se suma el hecho de que un 4x4 suele tener unos mejores ángulos off-road. La distancia libre al suelo, combinada con voladizos delantero y trasero que tienden a ser cortos, hacen que tanto su ángulo de ataque, como de salida y ventral sean mayores que en un SUV convencional.

Otro aspecto que apunta en la misma dirección son las suspensiones. En un todoterreno lo habitual es que tengan más recorrido que en un SUV, lo que les otorga una mayor versatilidad a la hora de franquear obstáculos.

Otro elemento técnico que separa a unos de otros es el chasis. En los todoterrenos lo normal es que sea “de escalera” es decir, formado por largueros y travesaños, que es más resistente y capaz fuera del asfalto; mientras que en los SUV suele ser de tipo monocasco.

Capacidades off-road muy dispares

Todo lo anterior hace que las diferencias a la hora de salir de pista sean notables entre unos y otros.

Todos los SUV pueden salir del asfalto, pero las garantías con las que lo hacen son muy diversas, con modelos pequeños de tracción 4x2 bastante limitados en este aspecto y solo los de mayor tamaño, con tracción integral y modos de conducción específicos, pudiendo enfrentarse a las pistas que presenten un peor estado o incluso a pequeños obstáculos.

Sin embargo, su capacidad off-road está a años luz de lo que ofrece un todoterreno auténtico como pueda ser el incombustible Mercedes Clase G o el pequeño Suzuki Jimny.

Por todos los elementos y sistemas de los que disponen, los mejores representantes del segmento pueden subir cuestas con una pendiente considerable, bajan de manera automática y con un gran control incluso por los peores terraplenes, son capaces de realizar cruces de puentes, pueden vadear incluso bastante profundidad, etc.

Etiquetas: SUV

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