Robos de catalizadores de coches: por qué está pieza se puede vender ahora por tanto dinero

El catalizador del coche es un elemento que, hasta hace unos años, solo conocían los mecánicos o los más aficionados al motor, pero que un usuario promedio no tenía ni idea de qué era o, como mucho, le sonaba de pasada. Sin embargo, desde hace un tiempo los robos de catalizadores de coches se han puesto a la orden del día, trayéndolos a primera plana.

Cada pocas semanas salen nuevos casos de sustracciones, repartidas, además, por medio mundo. Sorprenden en ocasiones porque hay bandas tremendamente especializadas que son capaces de quitarlo de un automóvil en apenas medio minuto. Pero, ¿por qué se ha producido este auge?

La explicación más básica es el dinero: son piezas que se pueden revender por mucho dinero y la clave de ello está en su composición.

¿Qué es un catalizador de coche?

El catalizador del coche es una pieza que está incorporada en el sistema de escape del vehículo y cuya función principal es la de reducir las emisiones contaminantes producidas por la combustión del combustible.

Lleva a cabo su cometido gracias a las sustancias químicas que lleva en su interior y que, gracias a las altas temperaturas que se manejan en el sistema (entre 400 y 800 grados), le permiten dos cosas:

• Convertir el monóxido de carbono (CO) y los hidrocarburos sin quemar en dióxido de carbono y agua mediante su oxidación
• Convertir los óxidos de nitrógeno en nitrógeno mediante reducción

Lógicamente, no limpian por completo las emisiones contaminantes, pero sí que las reducen de manera considerable, lo que hace que sea un elemento indispensable en los coches modernos para poder cumplir con las cada vez más exigentes normativas en la materia.

¿Por qué se producen los robos de catalizadores de coches?

Básicamente, por el alto valor de los materiales que se encentran en su estructura interna. En su estructura cerámica con forma de doble panal se encuentran, entre otros, el paladio, el rodio o el platino; todos ellos con un gran valor para industrias como la joyería, por lo que tienen un precio de venta muy elevado.

Se trata, pues, de algo bastante preciado que, además, está muy expuesto, hasta el punto de que sustraerlo es bastante sencillo si el delincuente tiene claro a lo que va y cuenta con las herramientas adecuadas.

En internet se pueden encontrar multitud de vídeos captados por cámaras de seguridad que muestra lo fácil que es: los ladrones, armados con radiales de mano, que no son excesivamente pesadas pero sí muy efectivas, se tiran a los bajos de un coche (preferiblemente camionetas o SUV) y en 30 segundos ya están huyendo con su preciado botín.

Hasta tal punto se está extendiendo la práctica que en ciertos lugares están tomando medidas expresas contra ella: en California se ha aprobado una ley para controlar la compraventa de convertidor catalítico, con multas de hasta 2.000 dólares para aquellos que lleven a cabo operaciones ilegales.