Renault pretende limitar la velocidad de sus nuevos coches a 180 km/h

No hace falta ser un lumbreras para darse cuenta de que a mayor velocidad, más facilidad de que ocurra un accidente y de que este tenga consecuencias más graves. Por este motivo, Renault quiere pretende reducir la velocidad máxima de sus coches nuevos a 180 km/h y, además, equiparlos con control de crucero automático adaptativo de serie.

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"La velocidad excesiva es la razón de un tercio de los accidentes automovilísticos fatales", dijo el viernes el jefe de Renault, Luca de Meo, en la junta general de accionistas de la compañía en París. Por lo tanto, los modelos de Renault y Dacia no deberían poder circular a más de 180 km/h en el futuro. 

Según De Meo, Renault quiere equipar todos sus vehículos con un sistema de control de velocidad automático llamado Safety Coach y que ajusta la velocidad de acuerdo con los límites de velocidad de cada tramo y también tiene en cuenta condiciones como curvas peligrosas, el clima o la atención del conductor.

De Meo también anunció que su grupo quería convertirse en una compañía neutral en cuanto a emisiones de CO2 diez años antes de lo previsto inicialmente. En Europa, este objetivo de protección climática se debe alcanzar en el año 2040 y en el resto del mundo en 2050. Pero para 2030, el 90% de los coches fabricados por Renault tendrán propulsión eléctrica o híbrida.

El límite de velocidad a 180 km/h ya tiene precedentes

No sería esta una medida revolucionaria, porque Volvo ya limita a 180 km/h la velocidad máxima de sus coches desde este 2019 con el objetivo de reducir el número de accidentes fatales a cero.

"UnLimitar la velocidad no es la panacea, pero vale la pena si puede salvar incluso una sola vida humana", dijo Hakan Samuelsson, miembro de la junta directiva de Volvo. El problema de que los coches puedan rodar a velocidades elevadas es que la tecnología de seguridad del propio vehículo ya no es suficiente para prevenir lesiones graves y muertes en un accidente. Por eso Volvo decidió dar este paso.

¿Es una medida con base científica?

Lo cierto es que hay poca investigación científica sobre la eficacia de un límite de velocidad reducido para prevenir el número de accidentes graves. En Brandeburgo (Alemania), en el año 2002 se introdujo un límite de velocidad de 130 km/h en un tramo de 62 kilómetros de una autopista. Los efectos fueron analizados por científicos para un estudio y se concluyó que el número de accidentes se había visto reducido a la mitad. De 654 accidentes registrados en tres años sin límite de velocidad,  pasaron a 337 accidentes en tres años con la velocidad limitada a 130 km/h.

Y la evolución del número de lesiones es particularmente notable: entre los años 1996 y 2002, 1.850 personas resultaron heridas en accidentes en ese mismo tramo de autopista; en el mismo período después de la introducción de la limitación a 130 km/h, se redujo a más de la mitad el número de heridos: 799.

Hay un ejemplo similar en Renania del Norte-Westfalia, donde en 2017, después de varios accidentes graves con numerosos heridos y un total de nueve víctimas mortales en los tres años se introdujo un límite de velocidad de 130 km/h. En los años siguientes, según el Consejo Alemán de Seguridad Vial, no se produjeron más accidentes mortales.

Así que nos debemos ir haciendo a la idea de que Renault va a reducir el límite de velocidad de sus coches a 180 km/h y, muy probablemente, detrás irán otros muchos fabricantes, porque esta medida, además, favorece el incremento de la autonomía de los coches eléctricos que serán cada vez más protagonistas en el mercado.

Fuente: Spiegel