Renault Dacia, ¿ha sido un éxito relanzar la marca?
Cuando al pensar un aspecto de la vida se nos viene automáticamente un nombre y apellido propio a la cabeza, ya sea para bien o para mal, está claro que ese ente ha dejado huella. Es por eso que al preguntarnos si ha sido un éxito el relanzamiento como marca de Renault Dacia, es difícil dudar de la respuesta afirmativa.
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A día de hoy es prácticamente imposible sacar de nuestra mente el nombre de la compañía cuando nos hablan de un vehículo low-cost o de coches asequibles. Hay otros fabricantes que quieren posicionarse cerca de ella o que lanzan modelos puntuales cuyo perfil cuadra con los parámetros, pero por el momento son incapaces de ponerse por delante de la misma en nuestros pensamientos.
Renault Dacia es el amo y señor del segmento, y lo ha conseguido siguiendo una estrategia francamente buena: como bien diría el rapero Drake, “started from de bottom, now we here”. Y es que la firma empezó por lo más bajo, dejando muy claro su posicionamiento desde el principio, con aquellos ya míticos y graciosos anuncios del “largas, cortas, largas, cortas” del Dacia Logan.
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Sabía que su principal arma era el precio bajo, así que se centró en ello y lo convirtió en su fuerte. Nada de lujos, nada de extras innecesarios: coches sencillos y funcionales para clientes que buscaban precisamente eso o para los que no podían permitirse ir al segmento superior. Era fácil quejarse de sus primeros coches por muchos motivos, como un diseño bastante anodino, los acabados, etc. pero es que esos aspectos no eran en los que les interesaba competir.
Solo hace falta mirar los números para ver que el plan de negocio fue un éxito y la hoja de ruta marcada un acierto, ampliando después su cartera de productos con modelos de otros segmentos, tanto los que interesan a precios bajos (como furgonetas) como los que estaban de moda (Dacia Duster).
Y es ahora, con las actualizaciones de los mismos o la llegada de nuevas generaciones, cuando, ya establecida en el mercado, Renault Dacia ha dado el siguiente paso: mejorar en las áreas en las que ‘pinchaba’ sin tener que elevar los precios por ello. Es el Duster el mejor ejemplo de ello, con una imagen mucho más cuidada que la de sus predecesores, así como con un equipamiento bastante más completo y una sensación de calidad interior mucho mejor.
¿Todavía hay quien duda de su éxito?
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