Una de las últimas novedades que hemos conocido en el Salón del Automóvil de Shanghái 2023 ha sido el Polestar 4, un SUV coupé eléctrico con hasta 544 CV y 600 kilómetros de autonomía. Pero una de sus características más llamativas es que no tiene luna trasera y se debe a una razón.

El nuevo vehículo eléctrico de Polestar es el segundo SUV en la gama y no llegará hasta el primer trimestre de 2024. Se fabricará en la planta de Hangzhou Bay, en China, a partir de octubre. Las reservas se abrirán con anterioridad a través de la web de la marca y el precio estimado rondará los 60.000 euros.

Esta es la razón por la que el Polestar 4 no tiene luna trasera

Más allá de su elegante diseño y su tren de propulsión, el modelo llama la atención porque carece de luna trasera y se ha sustituido por un panel que se extiende hasta el techo acristalado y fotocrómico, tal y como ocurría en el Polestar Precept Concept que vimos en 2020 y del que deriva. 

Tampoco tiene espejos retrovisores convencionales. En su lugar, cuenta con una gran pantalla de alta definición que proyecta las imágenes de una cámara instalada en la zona posterior, con un campo de visión muy amplio. 

Para ver lo que hay detrás, cuenta con una cámara trasera situada en el techo y camuflada como una antena de tiburón que graba todo lo que sucede y lo proyecta en el retrovisor digital del interior. Esta característica del Polestar 4 no se debe a un recurso meramente estético, sino que cumple una función de seguridad, especialmente, por la noche, según ha explicado la propia compañía. 

“La eliminación de la luneta trasera es una mejora funcional asombrosa. Por la noche no ves sólo dos puntitos en el retrovisor, ves mucho más. Y también puedes mirar para ver a tus hijos ahí detrás con sólo pulsar un botón", explicó a Automotive News Thomas Ingenlath, CEO de Polestar. Un recurso que podríamos ver en el futuro en más coches eléctricos.