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Radares pedagógicos de la DGT, cómo son, dónde están y qué sanciones implican

Radar pedagógico

Los radares pedagógicos son aquellos que tienen como objetivo sensibilizar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad, una de las principales causas de accidente. 

La DGT tiene a su disposición un amplio abanico de medios técnicos para controlar la velocidad en las carreteras y que los conductores cumplan con los límites legales. Se trata de los famosos radares y los hay de todo tipo. Pero hay uno menos conocido: son los llamados radares pedagógicos.

La verdad es que la Dirección General de Tráfico cuenta con muchos tipos de radares para controlar la velocidad de los automóviles que circulan por las carreteras. Conocemos los radares fijos, de tramo, móviles, en cascada… además de los Velolárser, los radares camuflados en vehículos patrulla… la lista es casi infinita.

Ahora existen también los radares pedagógicos, como los ha denominado Tráfico. Estos cinemómetros tienen en común con los otros que miden la velocidad de los coches, pero se diferencian de aquellos en que sólo se limitan a informar, no tienen capacidad para emitir multas.

Cómo son los radares pedagógicos

Radares pedagógicos

Los radares pedagógicos son aparatos que miden e informan de la velocidad de los coches. Tienen como objetivo sensibilizar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad, una de las principales causas de accidentes de tráfico.

Además, estos cinemómetros sirven de información a los viandantes que se encuentran en la zona de cara a la llegada de los vehículos que se aproximan, al mismo tiempo que permiten a las autoridades recabar información muy valiosa sobre la circulación y el comportamiento de los conductores, de cara a planes de movilidad futuros.

radar que más acribilla a multas de toda España

Estos dispositivos apelan a la moral ciudadana, que con la ayuda de los gráficos visuales ha demostrado que puede influir en el comportamiento de los conductores positivamente. Por tanto, es una buena medida para mejorar la seguridad sin que exista la sospecha detrás del afán recaudatorio.

Los radares pedagógicos están compuestos por una pantalla LED y un dispositivo láser que mide la velocidad de los coches que se aproximan en tiempo real, a distancias de entre 50 y 300 metros. Están dotados de inteligencia conectada y se gestionan en remoto.

Cuando el radar detecta la velocidad del coche, si supera el límite legal, se refleja en el panel LED en color rojo y, en algunos casos, puede advertir al conductor con un mensaje; si está por debajo del límite, la velocidad se mostrará en verde

Suelen estar ubicados en lugares fácilmente visibles por los conductores y, además de mostrar la velocidad, también pueden emitir un mensaje, como ‘Reduzca la velocidad’ o ‘Gracias’. 

Dónde se ubican

Los radares pedagógicos suelen ubicarse en núcleos urbanos, en vías donde es frecuente que los conductores superen el límite de velocidad o en zonas donde hay un mayor tránsito de peatones, como alrededores de colegios. Es decir, lugares donde interesa que los vehículos circulen despacio.

Barcelona es una de las ciudades donde más radares pedagógicos se han instalado. En concreto, el Ayuntamiento de la Ciudad Condal ha puesto 28 de estos cinemómetros en lugares estratégicos, a los que hay que añadir 17 radares de punto, de los cuales 12 están en zonas próximas a centros escolares y cinco son de tramo.

¿Multan?

Como hemos dicho más arriba, los radares pedagógicos se diferencian de los demás en que no pueden multar, ya que no tienen cámaras capaces de registrar matrículas ni avisar a las autoridades. 

De modo que son cinemómetros puramente informativos y educativos, con el objetivo de sensibilizar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad.

No obstante, ha habido casos en los que ha habido multas por exceso de velocidad porque había una patrulla de las fuerzas de seguridad controlando la zona. Estos casos no son habituales y se suelen saldar con una llamada de atención, pero puede llegar a mayores si la infracción es grave y observada in situ.

Etiquetas: radares, DGT

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