Con la llegada de las primeras Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) los conductores empezaron a sopesar opciones para evitar las restricciones de circulación y, al extenderse en 2023 a un gran número de ciudades, ese interés en muchos casos se ha convertido en necesidad. En esta tesitura, los coches históricos parecen una salida factible, pero, ¿es válida?

Son muchos los conductores que, teniendo coches antiguos y quizá sin presupuesto para adquirir un etiqueta CERO o ECO de la DGT, se hacen la siguiente pregunta: ¿Pueden los coches históricos circular por ciudades con restricciones ambientales?

La respuesta es sencilla: sí, los coches históricos no están sometidos a la normativa de restricciones de circulación en lo referente a las Zonas de Bajas Emisiones.

Es algo que a priori puede chocar, puesto que son coches tan antiguos (30 años como mínimo) que no tienen sistemas para controlar o minimizar la contaminación que generan. 

Esto es cierto, pero, dado que en la mayoría de los casos tienen un uso muy puntual (según la Federación Española de Vehículos Históricos (FEVA), el 61% se mueve menos de 20 días al año) y además es para hacer desplazamiento cortos, no se considera que sumen mucho a la contaminación y por eso no se les restringe.

Esto hace que sean vehículos de especial interés dado el actual statu quo en términos de circulación.

Pongamos por ejemplo un conductor que tenga un automóvil sin etiqueta, que por sus circunstancias cumple con sus necesidades de movilidad habituales, así que quiere mantenerlo. Sin embargo, si en ocasiones muy puntuales tiene que acceder a una ZBE de una ciudad, resulta más económico tener un coche histórico que gastarse una suma mayor en un etiqueta CERO.

Hay que recordar, también, que estaba previsto que en 2023 entrase en vigor un nuevo Reglamento de Vehículos Históricos, pero por las elecciones se ha retrasado.