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Prueba del Racechip i20 N: el deportivo compacto de Hyundai, hipervitaminado

Zaga Racechip i20 N
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Mordisqueó al Fiesta ST y estableció nuevos mejores tiempos, ¿y aun así Racechip cree que el Hyundai i20 N puede mejorar? Lo conducimos

¡El más deportivo entre los más pequeños! El Hyundai i20 N no solo ha desplazado al Ford Fiesta ST, que siempre ha estado al frente del trono de los coches urbanos más deportivos. También brilló el Hyundai en la prueba a fondo que le hicimos a principios de año.

Tanta diversión de conducción dentro y fuera de la pista de carreras no tiene parangón actualmente. Alguien puede pensar, aun así: ¿hay margen de mejora? El preparador Racechip piensa que sí. 

 

Y no nos parece descabellado. Nosotros también deseábamos un poco más de potencia a velocidades más altas durante las pruebas con el coche de serie. 

Motor

En Racechip pensaron lo mismo, así que empezaron a desarrollar el motor turbo de 1.6 litros. Ya ofrece unos notables 204 CV de fábrica y 304 Nm en overboost. Sin embargo, con los nuevos valores de presión de sobrealimentación e inyección, Racechip obtuvo 38 CV y 46 Nm más.

Y lo ha hecho de forma sutil, sin taladrar el motor ni meterle demasiado mano a la centralita. Los valores mejorados se transmiten a la electrónica de a bordo a través de la unidad de control adicional interna GTS, y eso es todo. 

También incluye siete modos de conducción preestablecidos para el rendimiento y las características del motor. Por poco más de 600 euros también se incluye una garantía de motor de dos años.

Motor Racechip

¿Suena a magia? Siempre pensamos lo mismo, pero a menudo se nos enseña lo contrario. Pero antes de conducirlo, echemos un vistazo a los otros cambios en el vehículo.

Porque si quieres ser más rápido en recta, tampoco debes perder tiempo en las curvas. Aunque en nuestra prueba del i20 N nos convenció con unos buenos Pirelli y un buen ajuste del chasis, Racechip también lo ha mejorado aquí. Por un lado, se utilizan llantas Shoxx Barracuda más anchas de 8 en lugar de 7,5 x 18 pulgadas. Por otro lado, se montan los Copa Michelin 2 en lugar de los Pirelli.

Cockpit Racechip

Los amortiguadores de serie permanecen, pero los muelles se cambian por unos Eibach más duros. En la parte posterior, sistema de doble escape Eisenmann, y listo.

Comportamiento

¡A la pista! Veamos si los 38 CV adicionales hacen que el pequeño i20 avance de manera notable y medible. Antes de eso, algunos kilómetros de sinuosas carreteras rurales y la Autobahn (que para eso lo probamos en Alemania). Y aquí se nota de inmediato que el Hyundai claramente ha perdido comodidad.

Morro Racechip

Y no es que el coreano fuera de serie el epítome del confort. Pero el recorrido de suspensión reducido con los muelles Eibach hace que sobre asfalto en mal estado nuestro riñones lo acusen antes. Pero aquí se trata de emociones, no de comodidad. 

Los movimientos de la dirección se implementan sin problemas, sin demoras y con precisión, y el rumbo elegido se mantiene limpio en todo momento. 

Cualquiera a quien le gusten los cambios de peso aún puede persuadir a la parte trasera para que baile. En la Autobahn, resulta  muchas veces demasiado inquieto por culpa del chasis, de modo que alcanzar la velocidad máxima debe hacerse con cautela. 

¿Y qué puede hacer el Racechip i20 contra el crono? El launch Control instalado como parte del paquete Performance lleva la potencia adicional perfectamente al asfalto, los neumáticos Michelin Cup 2 frenan contundentemente el deslizamiento excesivo, por lo que el i20 se abre paso hábilmente, siempre con la tracción óptima.

El Racechip i20 N, de 0  a 100 km/h en 5,8 segundos

El resultado: 5,8 segundos a 100, 24,3 a 200 km/h. Eso es 0,5 y 3,5 segundos menos que el coche de fábrica, respectivamente. No menos impresionantes e igualmente notables para todos los profanos: las medidas de elasticidad. ¡Un segundo más rápido en cada una de las marchas! Eso debe ser muy bueno en Sachsenring, y es justo lo que vamos a comprobar ahora mismo. 

El i20 aún inspira con su ligereza, pero el chasis más firme parece ser contraproducente. La parte delantera se siente rígida en Omega, no deja trabajar lo suficiente a los Michelin y la recorre solo unas décimas más rápido que el de serie.

Entonces, ¿de dónde saca el tiempo por vuelta 3,4 segundos más rápido que el modelo normal? Definitivamente, de las secciones cuatro y cinco. Aquí es donde el pequeño realmente acelera, tiene mucho más “vapor” y libertad de acción en las revoluciones superiores, incluida una mayor velocidad máxima.

Factores para decidir la compra

Con su kit de potencia, Racechip explota al máximo el potencial del i20 N. El motor ahora funciona como debería de fábrica. Por otro lado, el chasis se ha reforzado a fondo y tiene una estética más radical. 

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