Seguimos sumando avisos a la cada vez más larga lista de engaños que aumentan en verano (como el timo de la rueda, la grúa... o el que utiliza a la mismísima DGT como cebo). En esta ocasión es la Policía Nacional quien lanza la advertencia y pide cuidado con la llaman la estafa de las autocaravanas.

En realidad, el engaño es un viejo conocido de los delincuentes que lo que han hecho ha sido adaptarlo y utilizar uno de los vehículos que más tirón tienen en período estival.

La estafa de la autocaravanas se basa en el phising, un ciberdelito por el que los delincuentes tratan de engañar a los internautas para conseguir dinero, datos bancarios o contraseñas de manera  fraudulenta.

La estafa de las autocaravanas

En la estafa de las autocaravanas el estafador se hace pasar por un vendedor que inserta un anuncio en páginas web legales (de ahí que sea difícil discernir un anuncio real de un intento de estafa). Lo habitual es que la autocaravana anunciada sea bastante nueva y ofrezca un precio inferior al de la competencia para resultar más atractivo.

La víctima establece contacto con los supuestos vendedores interesada en la oferta. La persona que responde al anuncio le informa de que la autocaravana a la venta se encuentra en el extranjero y que si está interesado en la compra contratarán una empresa de transporte que llevará el vehículo hasta el domicilio del comprador. Una vez allí y cuando este compruebe que todo está en orden procederá al pago pero, hasta entonces, debe asumir el gasto del transporte.

Los estafadores (suelen ser bandas organizadas) ofrecen varias alternativas para el pago, como transferencia bancaria o empresas de envío de dinero. Una vez recibido este pago, el anuncio desaparece y el anunciante deja de contestar a todos los medios de contacto anteriores. Como es de esperar, la autocaravana nunca llega a su destino.

Hay casos peores en los que el comprador, convencido de que todo es legal, abona la cuantía completa con la promesa de que si algo falla recuperará su dinero.