Así se podrá (y no se podrá) usar el coche que cada fase de la desescalada

La vuelta a la normalidad (o a la nueva normalidad) después del confinamiento traerá consigo nuevas normas y también nuevos hábitos que modificarán nuestra rutina. Una de las parcelas que más trasformaciones vivirá será la de la movilidad: no solo cambiará la forma de movernos a pie, también la manera en la que nos desplazaremos en nuestros vehículos. Con el plan de desconfinamiento sobre la mesa es inevitable preguntarse si, después de todo, se podrá viajar en coche.

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Lo cierto es que esta pregunta no tiene una respuesta universal porque, como todo en la crisis del coronavirus, dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos. Por ahora, las cuatro fases planteadas en la desescalada dictan cómo y cuándo podremos usar nuestros vehículos para movernos. 

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Viajar en coche en cada fase de desconfinamiento

• Fase 1: empezará el 11 de mayo y a partir de este momento las personas que vivan juntas podrán compartir viajes en un mismo vehículo. Eso sí, estos movimientos tendrán sus limitaciones ya que sólo podremos desplazarnos hasta nuestra segunda vivienda siempre y cuando esté en la misma provincia que la habitual.
• Fase 2: arranca el 25 de mayo y estará permitido usar el coche para ir a visitar a personas con discapacidad, pero no a nuestros mayores.
• Fase 3: está fijada, en un principio, para el 8 de junio y nos dejará movernos en coche para ir a los centros de mayores con condiciones que se establecerán más adelante.
• Fase 4: el último paso tendría lugar a partir del 22 de junio. A partir de entonces se activara la movilidad interprovincial, es decir, podremos viajar en coche de una provincia a otra. ¿Habrá condiciones para estos desplazamientos? Por supuesto: para ir de una región a otra, ambas deben estar en la misma fase. Si no es así, el movimiento no será posible.

Medidas para viajar en coche después del confinamiento

Está claro es que el vehículo individual (coche, moto, patinete o bicicletas) será la mejor manera de minimizar y evitar los contagios. El hecho de que sea usado por la misma persona y las medidas de desinfección es una garantía de aislamiento en nuestros desplazamientos. No en vano, las autoridades han recomendado que sea esta la fórmula que empleemos para, por ejemplo, ir al trabajo tanto ahora como en el futuro.

Sea como sea, para poder viajar en coche tendremos que aplicar las medidas de seguridad e higiene ya que éstas se mantienen intactas. Por lo tanto, tendremos que desinfectar nuestro vehículo antes y después de cada viaje con un desinfectante común como la lejía (mejor si está diluida para evitar dañar algunos materiales), hipoclorito o etanol.

Lo más recomendable para aplicarlos es una bayeta desechable que tendremos que pasar por todos aquellos elementos con los que tenemos contacto: tiradores, palanca de cambios, volante, salpicadero, alfombrillas, ventanillas… sin olvidar otros elementos como las rejillas de ventilación.

No olvides aplicarte a ti mismo estas medidas: lávate las manos y si es necesario, emplea guantes y mascarilla cuando te pongas al volante. No están prohibidos siempre y cuando no impidan una correcta conducción. Finalmente, cuando vayas a una estación de servicio intenta elegir una que disponga de autoservicio, no olvides repostar con guantes e intenta pagar con una tarjeta contactless o con el móvil.

Viajes de larga distancia después del confinamiento

Los desplazamientos de larga distancia tampoco serán iguales. Lo normal es que estos viajes se emprendan de cara a las vacaciones, sin embargo las previsiones apuntan a que el flujo del turismo se verá algo mermado cuando volvamos a la normalidad. Eso sí, nuestros destinos de desconexión y descanso cambiarán: parece que regresaremos a las fórmulas de los años 70. O lo que es lo mismo: viajes familiares, segundas residencias y siempre en transporte privado. Si es así, tendremos que aplicar las medidas antes mencionadas.

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¿Qué pasará con los viajes compartidos?

Esta forma de viajar será, probablemente, una de las grandes damnificadas. Sin garantías quién puede ser portador y quién no, admitir pasajeros desconocidos sin poder respetar las distancias mínimas de seguridad y viajando en el mismo espacio durante horas… es un movimiento arriesgado.

Tampoco podemos perder de vista las consecuencias del coronavirus para los servicios de carsharing. Usar esta alternativa no será viable porque su formato actual no permite aplicar las medidas de seguridad e higiene como, por ejemplo, la necesaria desinfección entre un usuario y otro. Por ello, todo apunta a que habrá modificaciones en su funcionamiento. Sea como sea, viajar en coche (privado o compartido) después del confinamiento no será igual que antes.