El próximo parece que será un año movidito en lo que a Tráfico se refiere. Son muchos los cambios anunciados, entre ellos, las medidas que la DGT prepara para conseguir el carnet de conducir.

Hace unos días repasábamos cinco medidas polémicas que la DGT ha aprobado/anunciado en 2018. No incluíamos en ellas las novedades en el examen de conducir, pero podríamos haberlo hecho porque hay cambios con los que no todos están de acuerdo.

Si el borrador del Reglamento General de Conductores que tiene preparado Tráfico se pone en vigor tal cual está redactado, a partir del 1 de julio de 2019 los aspirantes a conductores tendrán que:

• asistir a un mínimo obligatorio de ocho clases presenciales en las que se abordarán temas sobre colectivos vulnerables (ciclistas, motoristas y peatones), factores de riesgo (velocidad, alcohol y drogas), distracciones al volante (teléfono móvil), uso de sis sistemas de retención) y normas de circulación
• los accidentes de tráfico se tratarán como un problema de salud pública. La idea es que los alumnos tomen conciencia de las consecuencias que tiene un siniestro; para ello, contarán con testimonios de víctimas
• la asistencia al curso obligatorio será certificada por el director de la autoescuela, sin esta certificación no podrán presentarse a examen

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En busca de la autoescuela buena (7 imágenes)

 Hace tiempo que la DGT planea mejorar los exámenes incluyendo vídeos y material multimedia que obliguen a los aspirantes a tomar decisiones en las condiciones más reales posibles.

Parece que 2019 será el momento en que por fin esta idea pase a ser una realidad. El borrador del Reglamento General de Conductores incluye la posibilidad de que los exámenes teóricos de conducir sean más largos.

Además, se endurece el sistema de corrección: hasta ahora se permite un 20% de fallos (sobre el total de preguntas) y pasará a ser de un 10%.

Cambios en el examen práctico

También habrá cambios en el examen práctico:

• se establecen plazos mínimos entre convocatorias. Es decir, si un aspirante suspende la prueba teórica no podrá repetir el examen hasta pasado un mínimo de 15 días. Si vuelve a suspender, tendrá que dejar pasar 30 días naturales. Entre las siguientes convocatorias se exigirá un tiempo mínimo de 20 días.
• otro cambio es que, entre examen y examen, el alumno tendrá que recibir un mínimo de cinco clases

Y con todo esto, claro, subirán los precios

El objetivo de los cambios en el examen de conducir que prepara la DGT es que los alumnos se conviertan en conductores con una preparación mucho más exhaustiva.

Pero como nunca llueve a gusto de todos, hay quien pone pegas. Los primeros en quejarse han sido los dueños de las autoescuelas virtuales. Los centros de formación online para conductores ofrecen auténticas gangas (hay, por ejemplo, tarifas planas que durante un mes dan acceso a todos los contenidos y test por 50 euros). Pueden rebajar los precios porque no tienen que pagar un espacio físico en el que impartir clases, pero la obligatoriedad de recibir un mínimo de clases presenciales les obligaría a cambiar su modus operandi.

Para los aspirantes será más caro primero porque tendrán que pagar más por acudir a una escuela física y, segundo, porque si no aprueban el práctico a la primera tendrán que abonar un mínimo de cinco clases prácticas de conducir más antes de volver a presentarse a examen.

A cambio, deberíamos tener conductores más y mejor preparados y eso, no tiene precio.