El nuevo Toyota Auris revoluciona la fórmula drift con sus 1.000 CV
Hace apenas un mes que conocemos el nuevo Toyota Auris, la tercera generación del compacto nipón ha causado muy buena impresión pero todavía queda bastante para que lo veamos rodar por las calles. Sin embargo, ya hay un lugar donde disfrutan de su saber hacer, aunque de una manera algo vitaminada: la Fórmula Drift.
VÍDEO: Así era la generación previa del Auris
Y es que, por mucho que el conjunto formado por su afilada mirada y la fina parrilla sea exacto al del modelo que llegará a los concesionarios, basta pasar la mirada brevemente por esta versión para ver que estamos ante algo más: kit de carrocería específico, pasos de rueda ensanchados de manera salvaje (sobre todo el trasero), decoración Rockstar, llantas de 18 pulgadas, neumáticos Nexen, interior “limpio”, jaula antivuelco, asientos Sparco tipo bucket, arneses de seguridad… y lo que se ve solo es la punta del iceberg.
Lo importante, por manido que suene, va por dentro, ya que el apartado mecánico de este Toyota Auris ha sido rehecho prácticamente por completo para cumplir con la regulación de la Fórmula Drift. Adiós a la tracción delantera para convertirlo en propulsión trasera y al motor de serie para reemplazarlo por el bloque 2.7 tetracilíndrico del Toyota RAV4 aunque, eso sí, tuneado hasta niveles de locura.
El propulsor tiene todos sus componentes revisados, actúa a un mayor nivel de compresión, está equipado con un turbocompresor Borg Warner, utiliza inyección de óxido nitroso y emplea una mezcla de etanol E85 como combustible. El resultado, simplemente explosivo: una potencia de 1.000 CV y un par máximo de 1.152 Nm de par.
Un sueño hecho realidad para los amantes del Toyota que, eso sí, tendrán que conformarse a que la firma japonesa se decida a anunciar una variante más potente del modelo que luzca el apellido GRMN como el Yaris.
Descubre más sobre Mario Herráez, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.