Nico Rosberg estuvo a punto de abandonar en Australia
Nico Rosberg se convirtió, tras un giro radical en la carrera provocado por la bandera roja, en el ganador del Gran Premio de Australia de Fórmula 1, después de heredar el liderato tras un problema de Sebastian Vettel en el pit-lane. El alemán de Mercedes, sin embargo, no tuvo fácil la victoria en Melbourne, pues pasó casi media carrera con un problema de frenos.
En la vuelta 30 de la primera carrera del año, un trozo de otro coche que había suelto en medio de la pista obstruyó el conducto de ventilación de los frenos, que se encarga de refrigerar la pinza y el disco. Sin él, como ya hemos visto en casos similares como el que afectó a Alonso en el GP de España del año pasado, el abandono es casi seguro. Rosberg, sin embargo, pudo completar el resto del Gran Premio modificando su forma de pilotar, levantando el pie y usando la resistencia del aire para frenar el monoplaza.
"Los frenos se calentaron un poco, porque algo de suciedad entró en el sistema de refrigeración. Llegó a ser crítico y difícil de gestionar. De hecho, llegamos a estar en el límite de tener que retirar el coche, pero al final conseguimos que todo funcionase bien", ha señalado el piloto alemán.
El problema se agravó debido a las restricciones en las comunicaciones de radio que se han hecho desde el comienzo de la temporada, por lo que el propio Rosberg debió ser el encargado de gestionar lo sucedido hasta la bandera a cuadros.
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