Mercedes ya tiene su propio motor diésel de acceso: adiós a Renault

La primera vez que se dijo que Mercedes iba a utilizar motores de Renault mucha gente se lo tomó como un sacrilegio y, de hecho, hay quienes miran con desdén a los Mercedes Clase A que se sabe que montan un motor francés. Sin embargo, eso va a cambiar y es que la marca alemana ya tiene a punto su nuevo motor diésel de acceso, que desplazará a los bloques de Renault para que dejen de estar presentes bajo el capó de los coches con el logo de la estrella de tres puntas.

El propulsor recibe el nombre interno de OM 654 y estará disponible para toda la gama compacta del fabricante, lo que incluye, además del Clase A, al CLA, el GLA, el Clase B y el GLB.

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Se trata de un motor tetracilíndrico de 1.950 cc, lo que supone un aumento de medio litro en la cilindrada respecto al bloque francés, pero a pesar de ello se ha hecho un uso intensivo del aluminio para que su peso sea inferior.

Y no solo eso, también se ha conseguido mantener (e incluso aumentar) su rendimiento pero mejorando la eficiencia. Al tener un mayor tamaño, va más desahogado que su predecesor y, sumando a esto tecnología de última hornada como un filtro de partículas más eficaz, válvulas EGR de alta y baja presión, y catalizador SCR con Ad Blue, se contienen las emisiones y se rebaja hasta un 15% el consumo, mientras se mantiene la potencia y se incrementa un 20% el par.

Otro punto en el que el motor de Mercedes-Benz será superior es el del refinamiento, puesto que gracias a la distribución por cadena y a los dos árboles contrarrotantes en el cigüeñal se reducen de manera considerable las vibraciones.