Max Verstappen, tan rápido como desobediente en México

Max Verstappen protagonizó uno de los momentos más curiosos del Gran Premio de México. El piloto holandés, que ganó de principio a fin en el Autódromo Hermanos Rodríguez, fue el más rápido sobre la pista durante toda la carrera. El de Red Bull rodó tan veloz que incluso su equipo le pidió que bajase el ritmo desde el muro… ¡pero no hizo caso!

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Pasada mitad de la carrera, después de hacer su cambio de neumáticos en boxes y con su máximo perseguidor a más de diez segundos, Max Verstappen no tenía necesidad de hacer vuelta rápida tras vuelta rápida. O bueno, eso no es lo que pensaba el holandés, pues cada giro que daba mejoraba su crono anterior.

Temiendo problemas de fiabilidad, un fallo inesperado o algún error de pilotaje, desde Red Bull pidieron a Max que bajara el ritmo inmediatamente y que simplemente se dedicase a controlar la carrera. Sin embargo, quien a la postre fue el vencedor, se olvidó de lo que le habían dicho y siguió dando el máximo. En el garaje se ponían nerviosos e insistían.

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El verdadero motivo por el que Verstappen iba tan rápido, además de por arrasar en uno de sus mejores grandes premios, era que Red Bull otorga una prima económica a los pilotos que hacen vuelta rápida. “Pedí a su ingeniero que no le dijera que Vettel había mejorado su vuelta y que estaba perdiendo unos euros. Pero lo podía ver por las pantallas de los circuitos. El reto era frenarlo, que no acelerase”, ha explicado Christian Horner, jefe del equipo Red Bull.

El momento más curioso de la carrera llegó cuando el ingeniero pidió a Max que bajase el ritmo y, cuando vio que su piloto seguía mejorando los cronos vuelta a vuelta, insistió con tono de enfado: “¿qué es lo que no has entendido?”, Perdona, perdona, respondió el ya ganador de tres carreras de Fórmula 1.

Imagen: Sutton Motorsport