El mando de Yamaha recae en las manos de Jorge Lorenzo
Diego de Arístegui
El mando de Yamaha recae en las manos de Jorge Lorenzo. Muchos le dan por muerto, por deshauciado tras ver que los Michelin y la electrónica no juegan a su favor, pero el segundo apellido del tricampeón del mundo de MotoGP es Guerrero, y hoy en Austria volvió a demostrar que además de un apellido es un aspecto inherente de su ser.
Durante las vacaciones, Jorge Lorenzo ha modificado su rutina de entrenamiento y otros aspectos de su preparación. Ha incluido mucho más tiempo en moto que fuera de ella, algo que siempre había querido mantener al margen. Todo con el objetivo de mejorar sus prestaciones en esta segunda parte de la temporada con una única meta en mente, cazar al líder Marc Márquez.
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El fin de semana de Lorenzo comenzó el viernes con algunas dudas acerca de su rendimiento, pero ya el sábado se observó una gran reacción por su parte. Sólo las dos Ducati y una vuelta estratosférica de Valentino Rossi impidieron que su acción no reluciese tanto como merecía. Y hoy en carrera confirmó lo que ya anticipó el sábado, y es que va a luchar hasta el final.
Fue la amenaza más constante del dominio Ducati. Su ritmo les obligó a rendir al 100% en cada vuelta y la mejor muestra de todo esto es que su compañero de equipo, Valentino Rossi, ni siquiera pudo enseñarle la rueda durante la carrera. Hoy Lorenzo recupera 5 puntos a Márquez y le mete 3 a Rossi, dejando claro que en Yamaha hay un piloto por encima del otro.
"Cuando un piloto hace tres malas carreras, es fácil juzgar", señalaba Lorenzo tras su podio hoy en el Red Bull Ring. El balear parece que se crece cuando todo el mundo aprovecha la tesitura para echarse encima de él. Ese ambiente saca lo mejor de un piloto que tras Austria se postula como la principal amenaza para Marc Márquez, pese a que el de Cervera vea a Rossi más fuerte que su compañero en Yamaha.
El fin de semana que viene llegamos a Brno, uno de los trazados donde Jorge Lorenzo impartió cátedra en 2015. Llegará con la motivación de haber sido el mejor favorito hoy en Spielberg. La primera carrera de la segunda mitad de temporada en MotoGP se la llevó Ducati, pero el vencedor moral en la lucha por el título no es otro que Jorge Lorenzo. Enterrarle es lo peor que se puede hacer.
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