Los ladrones roban coches con el mítico Nokia 3310

Quienes empiecen a peinar canas (o ya tengan toda su cabeza cenicienta) recordaran al Nokia 3310 como un móvil mítico, un dispositivo electrónico básicamente indestructible, el teléfono que todo el mundo quería tener a principios de los 2000. Ahora, vuelve a estar de actualidad porque los ladrones lo utilizan para robar coches.

No, no es que la ya obsoleta tecnología del Nokia tenga algún oscuro secreto que permita abrir automóviles modernos, es que los cacos han elegido al móvil o, al menos, su carcasa, para ocultar un dispositivo que permite hackear un automóvil en cuestión de segundos.

Es algo que se ha puesto de moda en los últimos meses y que el público ha podido conocer gracias a vídeos de Youtube como el que podéis ver a continuación:

El vehículo en cuestión es un Toyota, que quien hace la demostración intenta arrancar apretando el botón de arranque, aunque el coche, al no detectar la llave, no se pone en marcha.

Para solventarlo, conecta el “móvil” al automóvil mediante un cable USB, desplegándose un menú en la pantalla del dispositivo que ofrece varias opciones, entre las que elige la de obtener datos, mediante la que el dispositivo obtiene información del coche y clona la llave del mismo.

A partir de ese momento, el automóvil lo reconoce como una llave legítima y, en consecuencia, permite arrancar el coche en cuanto se presiona el botón de encendido. En cuestión de segundos se puede robar y, visto desde fuera, todo el proceso es cualquier cosa menos sospechoso, por lo que los ladrones pueden llevarlo a cabo sin problema a la vista de la gente que pasa.

La clave de todo esto es el dispositivo que se oculta dentro de la carcasa del Nokia 3310, tecnología que es bastante fácil de encontrar en la deep web y que se vende con distintos tipos de camuflajes (también se han visto casos de altavoces) por precios que oscilan entre los 2.500 y los 18.000 euros.