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La increíble historia del Oldsmobile Toronado

Oldsmobile Toronado

El muscle car con tracción delantera

Cuando piensas en un muscle car, seguramente se te vengan a la cabeza alguno de aquellos coupés americanos con motores gigantescos quemando las gomas de las ruedas traseras. Pero no todos fueron así. El Oldsmobile Toronado fue una excepción y esta es su increíble historia

En 1966, los Rolling Stones triunfaban con el tema ‘Paint it Black’, mientras los Beatles estrenaban su álbum ‘Revoler’ y realizaban su tercera y última gira en los Estados Unidos.

Ese mismo año, la marca Oldsmobile, una de las pioneras en innovaciones tecnológicas en la industria del automóvil, presentó un coche completamente diferente a lo que estaba acostumbrada la sociedad norteamericana: fue el Oldsmobile Toronado.

La increíble historia del Oldsmobile Toronado

Oldsmobile Toronado

Greg Gjerdingen

Era diferente, porque se trataba de un muscle car, el típico coupé estadounidense equipado con una potente mecánica, pero en este caso, recurría a una tracción delantera y no trasera, como era lo habitual. 

La tracción delantera apareció en Estados Unidos los años 30, de la mano del Cord 810 y 812, pero esa marca desapareció en 1937, entre otras razones, por la Gran Depresión. Hubo que esperar hasta la década de los 60 para encontrar este sistema, que sí era popular en Europa. 

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La tracción delantera ofrecía una ventaja importante, con respecto a los coches de propulsión: al carecer de un túnel central donde alojar el árbol de transmisión y el diferencial, el piso era completamente plano. Además, proporcionaba mejor tracción sobre superficies irregulares. 

Durante la etapa de desarrollo, Oldsmobile fabricó 38 prototipos que fueron sometidos a más de dos millones de kilómetros de pruebas para asegurarse de la fiabilidad de todas las nuevas tecnologías que equipaba.

Un coupé gigantesco

Oldsmobile Toronado

Triple-green

Entrando en el terreno estético, el peculiar diseño del Toronado fue obra de Bill Mitchell, del departamento de General Motors. El frontal recordaba a la zaga de algunos vehículos de los 50 y destacaban los faros escamoteables

Era un coupé gigantesco, como era habitual en la época en Estados Unidos: sus dimensiones eran 5,36 metros de largo, 2,0 metros de ancho y 1,37 metros de alto, con una distancia entre ejes de más de tres metros. Con estas medidas, no extrañaba su elevado peso, 2.118 kilos

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Para mover esta masa, montaba un enorme motor V8 atmosférico de 7.0 litros colocado en posición delantera longitudinal, refrigerado por agua, con distribución mediante un árbol de levas en la culata, dos válvulas por cilindro y alimentado por un carburador Rochester. Producía 390 CV a 4.800 vueltas y 644 Nm de par máximo.

El propulsor se combinaba con una caja de cambios automática de tres relaciones que enviaba toda esa potencia al eje anterior. Un coche con motor V8 y tracción delantera, algo que solo podía ser ‘made in USA’.

Las prestaciones no eran malas, incluso a ojos de hoy: podía pasar de 0 a 100 km/h en 8 segundos y alcanzar los 209 km/h de velocidad máxima. Sin embargo, tenía una pega notable: el sistema de frenado estaba compuesto por cuatro tambores de 279 mm de diámetro, muy escaso para un coche de esta potencia y peso. 

En cuanto al equipamiento, era abundante: contaba con dirección asistida, elevalunas eléctricos, frenos con servoasistencia y faros escamoteables. 

Renovaciones posteriores

La primera generación del Oldsmobile Toronado se mantuvo hasta 1971, con una gran acogida por parte del público y de la prensa especializada. De hecho, en 1966, ganó el premio ‘Coche del Año’ de la revista Motor Trend y consiguió el tercer puesto en los premios ‘Coche del Año en Europa’, quedando por detrás del Renault 16 y el Rolls-Royce Silver Shadow. 

En su primer año en el mercado, el Toronado rozó las 41.000 unidades vendidas. En los años siguientes, la compañía fue introduciendo algunos cambios estéticos, como la sustitución de los faros escamoteables por otros convencionales o el rediseño del frontal. 

Con el paso de los años, fueron apareciendo sucesivas generaciones, hasta que dejó de fabricarse en 1992. La marca terminó desapareciendo en 2004, pero nos dejó como legado el coche con tracción delantera más potente del mundo

Etiquetas: Muscle car

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