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El Gobierno se pone del lado de las gasolineras fantasma

El Gobierno ha tomado partido en la lucha contra las gasolineras desatendidas y se ha puesto de parte de las estaciones de servicio 'low cost'; eso sí, con unas condiciones.

Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), las gasolineras desatendidas mejoran la oferta y ayudan a reducir el precio final de venta de los carburantes, pero si preguntas a organizaciones de consumidores como Facua, te dirán todo lo contrario. Ahora es el Gobierno el que entra en la lucha y toma partido por las estaciones de servicio fantasma, aunque lo hace con ciertas condiciones.

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El Gobierno ha trasladado a la Comisión Europea su deseo de apoyar este tipo de establecimientos (conocidos como estaciones de servicio fantasma, gasolineras desatentidas y también como gasolineras low cost) frente a las trabas que les están poniendo muchas Comunidades Autónomas.

No lo ha hecho por iniciativa propia, sino ante el requerimiento europeo de que se posicionara tras la denuncia interpuesta por la Patronal de Gasolineras Desatentidas (AESAE) contra las restricciones impuestas por autonomías como Navarra, Castilla La Mancha, Valencia, Baleares y Murcia.

En su carta, los ministerios de Economía e Industria, aseguran que "este tipo de gasolineras tiene suficientes garantías de seguridad y generan competencia, beneficiando al consumidor final". Y para que no quede duda acompañan su respuesta de un cambio de normativa que equipara las exigencias a nivel de seguridad seguridad de las gasolineras sin personal con el resto.

Entre los requisitos que se exigirán a este tipo de estaciones de servicio figuran, por ejemplo, instalar interruptores de paro de emergencia que permitan el corte de corriente, además de la conexión a una central receptora de alarma y cámaras de seguridad que registren las 24 horas la actividad de la estación. Mientras que los depósitos deberán ser sometidos a revisiones periódicas de detección de fugas.

La nueva norma también afecta a las gasolineras tradicionales en lo que se refiere a reformas medioambientales para evitar la contaminación del subsuelo. Estos cambios implicarán inversiones globales próximas a los 450 millones de euros, según los cálculos del sector.

Mitos y realidades de las gasolineras fantasma

Afirmar que la libre competencia beneficia siempre a los consumidores es más un dogma que, tras ser repetirlo como un mantra por generaciones de economistas, a muchos les ha terminado pareciendo más que una realidad, un fin en si mismo, cuando no es ni una cosa, ni la otra. Pero dogmatismos aparte, veamos los argumentos de la CNMC a favor de las gasolineras fantasma y lo que contesta Facua en contra de las gasolineras fantasma, que es como se las denomina por no contar con ningún personal adscrito a ellas.

En su informe “mitos y realidades de las gasolineras desatendidas”, la CNMC ataca con dureza a las comunidades autónomas donde ya han empezado a crear regulaciones contra este tipo de negocios. En su informe, la CNMC indica que en Europa este es un tipo de negocio con décadas de historia y que en países como Dinamarca o Suecia representan alrededor del 60% del total de las estaciones de servicio. Entre sus argumentos a favor de las gasolineras desatendidas, este organismo público defiende que ayudan a reducir los precios, concretamente en Bélgica el litro de 95 cuesta un 6,1% menos y, en Austria, un -7,3%, que en las gasolineras normales.

“Otro estudio demostró que duplicar el número de gasolineras desatendidas en un barrio o ayuntamiento suponía, de media, una reducción de 22 céntimos el litro en esa zona”, afirma el informe de la CNMC sobre las gasolineras automáticas, que es como prefieren denominarlas. Según Facua, “este argumento no tiene en consideración otros factores de funcionamiento del mercado de los carburantes en España, marcado por el oligopolio en el ámbito mayorista. La CNMC olvida que existen problemas de fondo en este mercado que inciden de manera directa en el precio final del carburante y que no se van a resolver restringiendo los derechos de los consumidores”.
 

1. Mito de las gasolineras fantasma: la seguridad

En su informe, la CNMC asegura que estas instalaciones ofrecen la misma seguridad que las gasolineras convencionales aduciendo como ejemplo las estaciones de las cooperativas agrarias que llevan décadas funcionando en España sin incidentes reseñables. “La automatización del cierre del suministro puede funcionar con mayor velocidad que un humano. Por ejemplo, porque en momentos de gran afluencia haya sido necesario dejar el boquerel abierto y bloqueado, mientras se aprovisiona a otro cliente”, afirma la Comisión que cita también un informe del Gobierno de Francia en el que se dice que solo el 8% de los accidentes en gasolineras se producen durante el repostaje.

AUTOBILD.ES visitó una estación de servicio fantasma que lleva construida cerca de un año pero sin abrir en Parla desde hace meses para comprobar si sería sencillo para un usuario normal apagar el fuego del coche o del surtidor con el material que hay allí. Desde luego, dispone de extintores de sobra, pero eso no significa que cualquiera sepa cómo utilizarlos. Por su parte, Facua insiste en que las estaciones de servicio desatendidas “suponen un atentado contra la seguridad, dado que la vigilancia de los establecimientos no está garantizada, y por lo tanto, no hay capacidad alguna para intervenir en casos de incidentes o accidentes”.

2. Mito de las gasolineras fantasma: el consumidor está desprotegido

Según la CNMC, “la obligación de servicio atendido [en la gasolinera] no beneficia a los consumidores ni en términos de precios, ni de seguridad, ni de calidad del servicio”. De hecho apuntan a otro informe de la UE en el que se detectó que solo el 10% de las quejas de los usuarios tienen que ver con estaciones de servicio desatendidas, mientras que el otro 90% se refieren al precio del carburante y el tiempo de espera para repostar. La organización de consumidores apunta exactamente lo contrario, dado que tienen la obligación de ofrecer hojas de reclamaciones cuando no lo hacen y, muy especialmente, vulneran la protección de las personas con algún grado de discapacidad física, que se ven discriminados y obligados a buscar alternativas de uso. Esto atenta contra la Ley General de derechos de las personas con discapacidad.

3. Mito de las gasolineras fantasma: dañan el empleo

Sobre este punto, la CNMC afirma que la competencia en el sector la distribución repercute no sólo en el bienestar de los consumidores, sino también en la competitividad de las empresas y la productividad del país. De hecho, denominan 'star-up' a este tipo de establecimientos que, según ellos, generan empleos de más valor añadido para cubrir las necesidades de videovigilancia, mantenimiento, etc. Facua considera que el impacto en el empleo del sector a consecuencia de las gasolineras fantasma, aunque no se haya evaluado, será más que negativo, pero está claro que la CNMC no es una agencia de empleo.

4. Mito de las gasolineras fantasma: perjudican a los discapacitados

En contra de esto, Competencia afirma que en Suecia, donde hay una política muy robusta de protección a este colectivo, también hay un 60% de estas gasolineras sin atender. Para evitar este prejuicio aducen a las mejoras técnicas y arquitectónicas que pueden ser introducidas en esta clase de establecimientos. Antes ya has podido leer uno de los argumentos de Facua y, tras visitar una estación de servicio fantasma, por lo menos a mí, me parece que aquí no va a querer -o poder- repostar ningún conductor con un grado alto de discapacidad.

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