Así funcionan los radares de emisiones que obligarán a pasar la ITV

Por definición, los radares son sistemas de medición que permiten saber a qué distancia se encuentra un objeto mediante la emisión de ondas de alta frecuencia. El término, sin embargo, tiene cada vez más usos. En lo referente a movilidad se utiliza como denominación popular de los cinemómetros (radares de velocidad), también para las cámaras que vigilan el uso del cinturón o identifican a los vehículos que circulan sin seguro; ahora también se habla de radares de emisiones.

Los radares de emisiones son una nueva herramienta para luchar contra el exceso de contaminación en las ciudades. Son varias las que prueban esta tecnología que permite conocer en tiempo real las emisiones de los vehículos en circulación.

El radar de emisiones de Madrid

Madrid es una ciudad pionera en el uso de radares anticontaminación. El Ayuntamiento de José Luis Martínez Almeida lleva tiempo trabajando en su nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS). El proyecto incluye cientos de medidas encaminadas a mejorar la calidad del aire madrileño y aunque tiene en cuenta la eficiencia energética de los edificios y la gestión de residuos, entre otros aspectos, reducir las emisiones del tráfico rodado es una de sus prioridades.

El radar de emisiones que funciona, de momento a modo de prueba en Madrid, es una cabina medidora capaz de calcular, de forma masiva y a distancia, las emisiones reales de cada vehículo en circulación. Utiliza para ello una cámara que, a través de un haz de luz infrarrojo y ultravioleta que cruza la calzada, identifica también la matrícula del vehículo, permitiendo conocer los datos recogidos en su ficha técnica a través de la base de datos de la DGT o los registros municipales. También actúa como cinemómetro, pues calcula la velocidad y la aceleración de los vehículos a su paso.

Los coches más contaminantes tendrá que pasar por la ITV

El objetivo no es solo identificar a los vehículos más contaminantes sino actuar contra ellos obligándoles a subsanar los defectos que elevan sus emisiones por encima de las homologadas. Una vez reparado el fallo tendrán que volver a pasar la prueba de emisiones de la ITV para certificar que pueden volver a circular con normalidad.

De momento esto es un proyecto pero el consistorio madrileño espera tenerlo aprobado a la mayor brevedad posible.