Francia da un paso al frente: estas son sus medidas para beneficiar al coche europeo frente al chino

En los últimos tiempos, estamos asistiendo a un fenómeno que puede cambiar por completo el panorama de la industria del automóvil en Europa. Se trata del auge de los coches chinos, mucho más baratos que los modelos europeos. Cada vez son más y el asunto empieza a preocupar, tanto al sector como a algunos gobiernos. Y Francia ha sido el primer país en tomar medidas.

La presencia de coches chinos en el mercado europeo no es nada nuevo. Hace tiempo que algunas marcas del lejano oriente venden sus coches aquí, pero no llegaban, ni de lejos, a los estándares de calidad que ofrecen los vehículos locales. 

Pero el panorama ha dado un vuelco drástico, hasta el punto de que hoy los coches chinos son un producto de calidad y, aunque todavía pueden estar uno o dos escalones por debajo en algunos aspectos (con respecto a los europeos), tecnológicamente no tienen nada que envidar. 

En la misma línea, se ha producido un aluvión de marcas chinas, algunas de las cuales ya han desembarcado en el mercado europeo y otras lo harán próximamente. Fabricantes como Lynk & Co, DSFK, BYD, Xpeng, MG y un largo etcétera. 

Coches más baratos

El problema es que los coches chinos, que como decimos, ya son un producto de calidad, son más baratos que los modelos equivalentes de marcas europeas. Y, lógicamente, esto supone un motivo de preocupación para la industria europea. 

Sirva como ejemplo este dato: en España, sólo en los primeros cuatro meses del presente año, se han matriculado 8.895 modelos de origen chino, cuatro veces más que en el mismo periodo de 2022, como refleja El Economista.

En Francia ocurre algo parecido: en el primer trimestre de 2023, se vendieron más de 6.000 vehículos chinos en el país vecino y, según el diario francés Liberation, la mitad de los vehículos vendidos allí durante el mes de abril se ensamblaron fuera de la Unión Europea.

Esto ha llevado al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, a adoptar una medida proteccionista, ante el temor de que este auge del coche chino pueda afectar a los fabricantes, no sólo franceses sino europeos. 

Francia da un paso al frente: estas son sus medidas para beneficiar al coche europeo frente al chino

Igual que en España, en Francia existe una especie de Plan MOVES que ofrece ayudas públicas a la compra de vehículos eléctricos y electrificados, cuyo precio de venta no supere los 47.000 euros. 

Pero, en una conferencia titulada ‘Accelerer notre reindustrialisation’ (Acelerar nuestra industrialización) en el Palacio del Elíseo, ante los representantes de la industria francesa, Macron anunció una modificación en la concesión de esas ayudas a la compra de vehículos eléctricos, añadiendo una condición importante: esos coches deberán salir de las fábricas europeas. 

La huella de carbono

Esta medida de Francia podría contravenir las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Macron podría haber encontrado un resquicio legal para ejecutarla de manera legal. 

La clave está en la huella de carbono. La justificación de esta medida proteccionista, no solo de la industria francesa sino europea, no está en la procedencia del vehículo, sino en la huella de carbono durante el proceso de fabricación. 

Y este punto es clave, ya que Europa cuenta con la ventaja de disponer de un mix energético menos contaminante, con respecto a las regiones asiática y, más concretamente, China, al no depender tanto del carbón. 

Igualmente, la decisión de Francia perjudicará a marcas estadounidenses, como Tesla. Pero también afectará a fabricantes europeos que ensamblen sus vehículos en China, como es el caso del Cupra Tavascan.