Ford Fiesta 2018: sus 3 mayores cambios frente al primero

Tras seis generaciones, el Ford Fiesta ha cambiado mucho, más aún si lo comparamos con la primera generación que fue lanzada en el año 1976 y que rápidamente se convertiría en uno de los mayores éxitos comerciales de la compañía, especialmente para un mercado europeo donde se demanda más este tipo de vehículos utilitarios con una gran economía de combustible. Por ello, hoy miramos hacia atrás y vamos a analizar los 3 mayores cambios del Ford Fiesta 2018 frente al primero.

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Como si de una sesión remember se tratara, analizaremos los tres aspectos en los que más ha cambiado el Ford Fiesta a lo largo de estos últimos 42 años para que quede de manifiesto la evolución natural de la industria automotriz. Ya no solo en diseño, donde el cambio es enorme, sino en otros aspectos que hacen del Fiesta 2018 un vehículo moderno y que cumple con los estándares actuales establecidos por los compradores.

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Dimensiones

El primer aspecto en el que tenemos que fijarnos es en las dimensiones. Atrás quedó ese pequeño utilitario de 3,65 metros de longitud, 1,57 metros de ancho y 1,31 metros de alto con una distancia entre ejes de 2,29 metros para dar paso a un vehículo más grande que cumpla con esos estándares de los que te hablaba un párrafo más arriba. Actualmente, los consumidores demandan vehículos más grandes y versátiles, tan solo hay que ver que los compactos de tres puertas están desapareciendo.

Por ello, Ford, como muchas otras marcas, ha ido aumentando el tamaño del Fiesta generación tras generación. La longitud del modelo 2018 es de 4,04 metros, la anchura de 1,73 y la altura de 1,47 metros con una distancia entre ejes de 2,49 metros. Es decir, el nuevo Fiesta es 39 cm más largo, 16 cm más ancho, 16 cm más ancho y tiene una batalla 20 cm más larga. El maletero es otro aspecto en el que ha crecido, pasando de los 200 a los 303 litros, mientras que también ofrece un interior más amplio para los ocupantes.

Motorizaciones

El segundo gran cambio que presenta el Ford Fiesta 2018 frente al primero es en el apartado de motorizaciones. Cuando la firma del óvalo azul lazó el primer modelo del Fiesta, lo hizo con motores de gasolina de 957 cc, 1,1 litros y 1,3 litros, así como una versión 1.3 Super Sport de 66 CV que llegó en 1980 y el famoso Fiesta XR2 de 1981 que llegaba con un motor 1.6 de 84 CV para un peso de solo 801 kilogramos.

Sin embargo, el nuevo Fiesta contrasta drásticamente con estos motores. En este caso, encontramos los motores tricilíndricos turbo (el Fiesta original era atmosférico) de 1.0 litro con 100, 125 y 140 CV, una versión de aspiración natural de 1.1 litros Ti-VCT con 85 CV, un diésel de 1.5 litros TDCI con 85 y 120 CV, y un innovador Ford Fiesta ST con un motor tricilíndrico turbo de 1.5 litros EcoBoost con 200 CV que tiene la particularidad de poder desconectar uno de los cilindros para ahorrar combustible y contaminar menos.

Tecnología

Si bien es cierto que la radio y los frenos de disco delanteras fueron todo un avance en la época para el Ford Fiesta original, el nuevo va mucho más allá incluyendo tecnologías avanzadas que parecían impensables que pudieran llegar alguna vez hace ya más de 40 años. Entre lo más destacado podemos encontrar el sistema Pre-Collision Assist con detector de peatones, Active Park Assist, control de velocidad de crucero adaptativo, sistema de alerta de puntos ciegos, Lane Keep Aid, entre otros.