No nos engañemos, nadie contaba con que Fernando Alonso estuviera consiguiendo podios en el inicio de esta temporada. En realidad, ni él mismo ni su equipo lo esperaban: era un objetivo que debía lograrse a lo largo de este año, y que ya quedó cumplido en la primera carrera de la temporada en Bahréin.

En cada uno de los cuatro podios a los que ha subido Alonso en lo que va de curso, se ha encontrado con uno o los dos pilotos de Red Bull, y en una ocasión, con Lewis Hamilton. 

Ninguno de los tres primeros clasificados tenía tantas razones para sonreír como Fernando, quien este año, vuelve a tener un coche que le permite luchar de verdad por el 'top 3', algo que no podía hacer desde hace casi una década.

En cada podio, siempre ha habido 'derrotados', ya sea el piloto de Red Bull que haya acabado en segunda posición o, en Australia Hamilton, que lamenta no estar en la posición en la que estaba hace un par de años cuando peleaba por el campeonato... Pero Alonso no, para él cada tercer puesto es una victoria.

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Faltaba el coche, porque el piloto siempre estuvo ahí

Así lo dijo Jenson Button cuando le entrevistó en Miami: "No es que hayas vuelto, tú siempre has estado. Es el coche lo que ha vuelto". Su pilotaje, a un nivel de aspirante a campeonato, siempre ha estado ahí. 

Aunque ni los Ferrari de 2013 o 2014, los McLaren entre 2015 y 2018 o los Alpine de 2021 y 2022 se lo permitieran demostrar, su calidad como piloto incluso ha ido mejorando, añadiendo experiencias a las que ningún otro piloto de la parrilla se ha acercado, como la Indy 500, Le Mans o el Dakar.

Los dos últimos proyectos de Alonso en la Fórmula 1, tras salir de Ferrari, eran ilusionantes y contaban con un importante respaldo económico. Sin embargo, las piezas no se colocaron en el lugar adecuado en el momento correcto.

A los problemas técnicos de McLaren que acabaron en una enorme reestructuración que sigue sin dar los resultados esperados, le siguió un equipo Alpine donde los ambiciosos objetivos no se terminan de materializar y, además, desaprovecharon el hecho de contar con un bicampeón mundial de la talla de Alonso.

Pero ahora, en Aston Martin F1, la historia es bien distinta: Alonso está en su mejor momento a sus 41 años, a pesar de que algunos vieran en su edad un hándicap. Sus adelantamientos ya han sido elegidos los mejores de los dos meses que lleva disputándose la F1, y a sus carreras pocos peros se les puede poner. 

"Siempre he estado motivado, trabajando duro, pero probablemente el equipo que tenía detrás no creía en mi rendimiento o habilidad para configurar el coche. Nunca he tenido un coche tan rápido como ahora. Yo no he cambiado, Aston Martin me ha cambiado por completo", dijo Alonso tras clasificar el sábado en la segunda posición.

En cada carrera hemos visto cómo Alonso vuelve a sentirse como en casa, igual que lo veíamos en sus primeros años en Ferrari, o en Renault. Actúa como si junto con sus mecánicos formase una gran familia, y sus jefes no dudan en alabar sus grandes habilidades, porque es la realidad. La confianza en Alonso es absoluta, ¡y no es para menos!

Próximo objetivo, alcanzar a Red Bull: Aston Martin va a por todas

Fernando Alonso va a por la victoria 33 de su carrera deportiva, y Aston Martin, a por Red Bull. Actualmente, para que Alonso tenga opciones de triunfo, Verstappen y Pérez deben tener graves problemas que le obliguen a abandonar. O, al menos, así son las cosas hasta hoy. En Imola, Aston Martin prevé introducir mejoras que deben acercarle hasta el equipo de las bebidas energéticas.

Red Bull tiene una ventaja considerable - en Miami, Verstappen sacó más de 20 segundos a Alonso con una estrategia diferente -, pero el equipo de Milton Keynes cuenta con el hándicap de que tiene sus horas de túnel del viento limitadas tras superar hace dos años el tope presupuestario y ser sancionado por ello. 

En cambio, Aston Martin F1, tras finalizar en el séptimo puesto del Mundial de Constructores el año pasado, tendrá una buena ventaja en ese sentido. Si el desarrollo del AMR23 va en buena dirección, el equipo británico puede comenzar la caza a Red Bull e intentar presionarles o estar en posición de aprovechar las oportunidades. 

Si el coche da un paso más, la 33 de Alonso no tardará en caer, ni la 34 o 35...