Muchos conductores tienen una relación de amor/odio con la Dirección General de Tráfico. Es el organismo por el que pasan todos nuestros trámites como conductores, vela por nuestra seguridad (al menos teóricamente) y también nos multa… pero su alcance no llega a todo el territorio español: éstas son las provincias de España donde la DGT no te puede multar.

Se tiende a pensar que la DGT es la única que puede multar, pero nada más lejos de la realidad. Su ámbito está reservado a las vías interurbanas y en travesías siempre que no exista policía local, así como a la denuncia y sanción de las infracciones a las normas de circulación que se produzcan en dichas vías y en lo relativo a las condiciones técnicas de los vehículos y al Seguro Obligatorio.

Por otra parte, los ayuntamientos también tienen competencia, mediante los agentes de policía local, para la ordenación y el control del tráfico en las vías urbanas de su titularidad, su vigilancia, la denuncia de las infracciones cometidas en dichas vías y la sanción de las mismas cuando no esté atribuida expresamente a otra administración.

A esto hay que sumar que hay ciertas provincias en las que la DGT no puede multar, algo que se debe a que forman parte de las Comunidades Autónomas en las que la Dirección General de Tráfico ha transferido las competencias al respecto.

Las comunidades es cuestión son: Cataluña, en la que la competencia es de los Mossos de Esquadra; País Vasco, donde se encarga la Ertzaintza; y Navarra, que es territorio de la Policía Foral Navarra.

Esto, a su vez, hace que las provincias de España donde la DGT no te puede multar sean la siguientes:

• Cataluña: Gerona, Lérida, Barcelona y Tarragona
• País Vasco: Vizcaya, Guipúzcoa y Álava
• Navarra

En todas ellas las competencias a la hora de multar son las mismas: en las vías interurbanas y en travesías cuando no exista policía local, la denuncia y sanción de las infracciones a las normas de circulación que se produzcan en dichas vías y en lo relativo a las condiciones técnicas de los vehículos y al Seguro Obligatorio.

En resumen, es una réplica exacta de lo que cubre la DGT en el resto del territorio español.

Estas comunidades (y por ende, sus provincias) han ido adquiriendo estas competencias en distintos momentos de la historia del país. La primera fue el País Vasco, en 1983; le siguió Cataluña en 1998 y la última en hacerlo ha sido Navarra en 2022.