Las distracciones conforma, junto con los excesos de velocidad y el consumo de alcohol y drogas el llamado triángulo de la accidentalidad en carretera. Es decir, son los tres motivos que, con mayor frecuencia, aparecen como responsables de siniestros.

Un informe de Línea Directa revela que en la última década se han registrado 238.000 accidentes de tráfico en los que los atestados han señalado a algún tipo de distracción como principal desencadenante no solo del siniestro, también del incremento de la lesividad del mismo. En el mismo período por este motivo calculan 30.000 heridos graves y 6.200 fallecidos.

Distracciones, más allá del teléfono móvil

El informe de Línea Directa muestra que en entre 2012 y 2021 los accidentes por distracciones se han reducido notablemente, pero se ha incrementado en un 52% la letalidad hasta alcanzar los 2,4 fallecidos por cada 100 víctimas.

Los responsables del estudio explican que la razón está en la combinación de desencadenantes. "La velocidad es un factor que agrava notablemente las consecuencias de las distracciones; no en vano, desde 2019, las multas por excesos de velocidad se han incrementado un 26%", afirman.

Aunque el uso del teléfono móvil al volante suele ser la distracción más reconocida por los conductores no es la que más accidentes causa.

El informe “La vida en un segundo. Distracciones y accidentalidad en las carreteras españolas (2012-2021)”, elaborado por Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza, revela que el 31% de los accidentes por distracción son consecuencia de una conducción abstraída. Por detrás se posiciona el cansancio (30%), mirar el entorno (13%) e interactuar por los pasajeros (10%).

Esto no significa que el uso del teléfono móvil no sea frecuente, el problema es "la dificultad para recogerlo en los atestados". "Las cifras hablan por sí solas: más de 13 millones de automovilistas (48%) reconocen usarlo habitualmente mientras conducen, y 600.000 se confiesan adictos”, añaden desde la Fundación Línea Directa.

Así es el accidente que se produce por distracción

Para llegar a estas conclusiones, la fundación ha preguntado a 1.700 conductores que reconocen que lo que la DGT llama efecto mirón, es decir, mirar qué ha sucedido en la carretera cuando hay un vehículo parado es la principal causa de distracción al volante. También manipular el GPS y leer los mensajes de WhatsApp.

Conducir sin prestar la atención debida suele dar lugar a accidentes por alcance, sobre todo en rectas prolongadas y en semáforos. La mayor parte de estos siniestros se registran en vías interurbanas y durante los fines de semana.