Logo Autobild.es

¿Cuál era mejor, Peugeot RCZ o Audi TT?

Peugeot RCZ (I)
Conceptos similares.

En el mundo del motor hay muchas rivalidades. La inmensa mayoría son entre modelos que comparten segmento, ideología o vocación, pero nos atrevemos a decir que pocas veces se ha visto un caso de dos coches que fueran tan parecidos entre sí como es el de los Peugeot RCZ y Audi TT. Aunque el primero ya haya desaparecido, ambos presentaron una buena pelea durante gran parte de esta década. Ahora bien, ¿cuál era mejor?

VÍDEO: Vuelta rápida con el Peugeot RCZ-R Jarama

Diseño

Ambos presentaban un concepto realmente parecido, con una carrocería tipo cupé que coincidía en el diseño de la parte superior, con el habitáculo a modo de cúpula interrumpiendo la larga curva que formaban capó y zaga. Sus proporciones eran atléticas y dejan muy claro su ADN deportivo, así que decantarse por uno u otro era cuestión de cuál era la cara que te gustaba más.

En el caso del Audi se podían achacar unas líneas muy similares a las de otros modelos de la gama, mientras que el Peugeot (aún con reminiscencias al 207), era más agresivo y tenía el punto extra de su carrocería bitono.

Peugeot RCZ R: el más "gordo" de la gama

Dimensiones

Otro aspecto en el que eran prácticamente calcados, aunque el RCZ era algo más grande. El francés medía 4.287 mm de largo, 1.845 mm de ancho y 1.359 mm de alto; mientras que el Audi TT se quedaba en 4.187 mm de longitud, 1.842 mm de anchura y 1.353 mm de altura.

Como es de esperar, eran modelos muy compactos, con un interior teóricamente de cuatro plazas pero en el que las traseras eran testimoniales, así como con un maletero que tampoco era gran cosa: 321 litros para el Peugeot y 292 para el alemán.

Motores

En esta área la cosa también estaba bastante pareja. El Peugeot RCZ estaba disponible en tres versiones: abría la gama un gasolina 1.8 THP de 156 CV, le seguía el diésel 2.0 HDi de 163 CV y por encima se encontraba el gasolina 1.6 THP de 200 CV. Excepto el primero, que tenía como opción una caja automática, todos ellos eran manuales.

El Audi ofrecía una gama similar tanto en número de opciones como en potencias. Así, la base era el 1.0 TFSI de 160 CV, después estaba el 2.0 TDI de 170 CV y el superior era el 2.0 TFSI de 211 CV. Eso sí, un punto a favor de éste era que algunas variante podían utilizar tracción integral quattro.

Versiones deportivas

Ambos tenían, además de su gama normal, una variante que destaca sobre el resto. En el caso del francés era el RCZ R, que elevaba la potencia del bloque 1.6 THP hasta los 270 CV, lo que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 6 segundos y alcanzar los 250 km/h de punta.

En este punto el que se llevaba la palma era el TT, ya que en su variante RS utilizaba un bloque 2.5 TFSI de cinco cilindros que llegaba hasta los 340 CV y, además, tenía tracción integral. Aunque su velocidad máxima estaba limitada a 250 km/h, era sensiblemente más rápido en el 0-100: 4,6 segundos.

¿Quieres saber cuál es tu coche ideal?

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.