Comprar un Citroën C3, ¿cuál es la versión más recomendable?
El mercado actual tiende hacia el todocamino y el SUV sin ninguna duda, pero en los últimos años ha habido otro grupo que ha recuperado un brío que hace tiempo que no tenía: el del los compactos del segmento B. Respecto a sus antepasados, estos coches han crecido paulatinamente hasta alcanzar tamaños del segmento ‘C’ de hace una década, prácticamente todos se han pasado a las versátiles carrocerías de cinco puertas y han heredado la tecnología de sus hermanos mayores. Se trata de un mercado de lo más variados, pero entre las marcas generalistas uno de los que cosecha mejores ventas es el Citroën C3. El modelo francés se presenta como una opción versátil que combina puntos a favor en diversas áreas pero, ¿cuál es la versión más recomendable? Eso dependerá de lo que estés buscando, pero te vamos a ayudar para que la encuentres dependiendo del aspecto al que le das más importancia.
VÍDEO: Citroën C3 2016: descubre su equipamiento
El primero es el del motor. El compacto cuenta con una aceptable variedad de bloques, tanto de gasolina como diesel, e incluso está disponible una variante GLP que toma como base el motor gasolina 1.2 PureTech de 82 CV. Dejando a un lado la variante de gas, la gama está formada por propulsores de potencia justa que buscan maximizar la eficiencia y reducir el consumo. Abre la veda el pequeño gasolina PureTech 68, le sigue el BlueHDi 75, el intermedio es el PureTech 82 y los superiores son el BlueHDi 100 y el PureTech 110.
¿Se queda corto de potencia el motor de 68 CV?
Incluso para un uso mayoritario en ciudad y a pesar de estar hablando de un coche pequeño, la mecánica de 68 CV se queda corta de potencia para moverlo con brío y soltura. El diesel de 75 CV va algo más desahogado, pero por versatilidad hay que fijarse en la parte alta de la tabla. Si se va a hacer un uso mixto del compacto, combinando tanto trayectos urbanos como interurbanos e incluso viajes de larga distancia, son los BlueHDi 100 y PureTech 110 los que se perfila como mejores opciones ya que tienen una potencia decente y tampoco homologan un consumo muy alto respecto a las motorizaciones inferiores (3,7 y 4,9 l/100 km respectivamente). Además, el último es el único de la gama que está disponible con la caja de cambios automática, la EAT6 de doble embrague, que permite utilizarla de forma manual-secuencial y ofrece tres modos de conducción. Si valoras el cambio automático, lógicamente esta es tu versión del C3.
Ahora bien, de cara a un uso diario y en función de su relación motor/prestaciones, la balanza se decanta hacia las variantes diesel. Podría parecer en principio que el BlueHDi 75 es mejor opción que el BlueHDI 100, pero echando un vistazo a la ficha técnica de ambos vemos que no es así. El superior homologa un consumo mixto de 3,7 l/100 y unas emisiones de CO2 de 95 g/km, mientras que el pequeño marca 3,5 y 92, respectivamente. La diferencia es apenas perceptible y si tenemos en cuenta que los 25 CV extra le dan una mejor respuesta y una aceleración más rápida (11,9 segundos en el 0-100 por 15,5), el BlueHDI 100 se perfila como el mejor Citroën C3.
Factor fundamental: el equipamiento del Citroën C3
Pasemos a otro factor definitorio a la hora de elegir coche: el equipamiento. Dejando a un lado la serie especial Business exclusiva para flotas, el francés está disponible en tres niveles de acabado: Live, Feel y Shine. Desde el más básico se incorporan numerosos elementos propios de versiones superiores, aunque hay ausencias que son difícilmente comprensibles.
El Live, sin contar promociones, está disponible desde 14.000 euros. Cuenta con volante y asiento regulable, asientos traseros plegables en 66-33, anclajes isofix, elevalunas eléctricos delanteros, indicador de descanso recomendado, sensor de presión de neumáticos, limitador de velocidad, reconocimiento de señales y Hill Assist. Lo que lama la atención es que las llantas sean de acero y que no tenga aire acondicionado, que solo se puede incorporar mediante un pack de 1.100 euros que además suma el Bluetooth.
El Feel arranca en los 15.100 euros y ya incorpora ambos elementos (las llantas siguen siendo de acero), a los que añade luces diurnas LED, pasos de rueda con protectores en negro, faros antiniebla y retrovisores exteriores eléctricos y calefactables.
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Por último el Shine, que parte de los 17.650 euros, ya calza llantas de aluminio de 16 pulgadas. Incluye las dotaciones de los dos niveles previos y suma volante de cuero, cristales traseros tintados, elevalunas eléctricos traseros, retrovisor interior electrocromo, climatizador automático, sistema Citroën Connect Radio con pantalla táctil de siete pulgadas compatible con smartphones, Citroën Connect Box, luces automáticas, cámara trasera, asistente de aparcamiento y sensor de lluvia.
La diferencia de precio existente entre el nivel inferior y el intermedio, 1.100 euros, es la misma cantidad a pagar solo por incluir aire acondicionado y Bluetooth en el primero, lo que hace que el descarte del acabado Live sea prácticamente automático. Lo difícil llega a la hora de elegir entre Feel y Shine, ya que la dotación de ambos es aceptable para su precio y la diferencia económica entre ambos es más cuantiosa (más de 2.000 euros), así que el presupuesto del que se disponga es la clave en esta última decisión. Huelga decir que si se dispone del dinero, el superior es el que ofrece la versión más redonda del Citroën C3.
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