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Comparativa: Ford Mustang Convertible vs Aston Martin DB11

Ford Mustang Convertible vs Aston Martin DB11 Volante
El Aston cuesta cuatro veces más... ¿Merece la pena? Los dos llevan un V8.

¿Qué pasa si juntas a Frank Bullit y James Bond? Pues sin duda, nos harían pasar un buen rato. Sí, ya sé que ellos conducen coupés, no cabrios: James Bond, salvo excepciones, siempre un Aston Martin. Y Frank Bullit, un Ford Mustang legendario de los años sesenta. Pero estamos en 2018, brilla el sol y toca quitar el techo. Comparativa: Ford Mustang Convertible vs Aston Martin DB11.

Los dos son perfectamente comparables, porque llevan un V8 bajo el capó, pero tienen algo que los diferencia enormemente. El Aston apenas cuesta menos de 200.000 euros, y el Ford apenas supera los 50.000. La pregunta es: ¿Esa precio mucho mayor se traduce en mayor diversión al volante? Eso es lo que vamos a comprobar ahora.

Echemos un rápido vistazo a la carrocería del británico. El Aston Martin DB11 Volante mide 4,75 de erotismo puro. Detrás, los anchos pasos de rueda albergan neumáticos de 295, y los delanteros, de 255. El morro está muy destacado hacia arriba, resaltando su deportividad. Y estoy totalmente seguro de que, dentro de 30 años, este coche ganará concursos de belleza en las concentraciones de clásicos. Tiene 1,98 de ancho, y solo 1,28 de alto.

El techo, con el cronómetro en la mano, se abre en 14 segundos. En el interior encuentro los materiales más refinados imaginables, y unos acabados a la altura. Pero no todo es genuino: el infotainment viene de Mercedes: mejor comprar bien, que hacer las cosas mal por uno mismo. Lo mismo puede decirse del motor... Pero lo dejamos para después.

VÍDEO: Aquí tienes una prueba del Ford Mustang cerrado.

Antes, echemos un vistazo a su rival. El pony ha recibido su primer facelift. Pero mantiene su espíritu de muscle car, que es lo que lo define. Delante vemos un nuevo frontal con una parrilla más ancha. También nuevos faros de LED, más rasgados. Mide 4,79 metros de largo, 1,92 metros de ancho, y 1,23 de alto. Y el techo, se abre y cierra en solo 10 segundos. Detrás vemos otra novedad: luces bajo cristal transparente, y no me cabe duda de que a Steve McQueen le habría encantado.

Echemos un vistazo al interior. Desde el facelift, el Mustang se ha digitalizado. La instrumentación analógica deja paso a una pantalla que, según el modo de conducción, varía sus gráficos. Y como reminiscencia del pasado, incluso hay un indicador horizontal para las revoluciones. Abunda el cuero y sus botones metálicos casan con unos acabados cuidados. No llega al nivel del británico, pero supera en mucho al modelo anterior. Veamos... ¿Se nos olvida algo? ¡Los maleteros! Seguro que quieres saber cuánto podrías llevar contigo en una escapada de fin de semana. El maletero del Mustang cubica 332 litros y el del DB11, 169.

¡Arrancamos!

Ford Mustang Convertible vs Aston Martin DB11 Volante
Toni Bader / AUTO BILD

Pero vayamos a los litros que nos importan: 5 litros V8 en el Mustang, en un motor longitudinal que rinde 450 CV, y llega a un par máximo de 529 Nm. Galopa de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos, y la velocidad máxima es de 250 km/h. Una vez al volante del Mustang, me doy cuenta de que los asientos no me recogen muy bien el cuerpo. Son los típicos asientos americanos que podrías encontrar en una pick up o en un SUV, pero un coche deportivo pide otra cosa.

El peso es de 1.900 kilos, pero lo compensa con un motor que aporta mucho empuje y tiene una respuesta muy viva en todo momento. Sin embargo, por su elevado peso, acusa algunos balanceos. Tiene varios modos de conducción: Normal, Nieve... Y modo Track. Pero a mí este me sobra, porque este no es un coche para quemar rueda en circuito, sino para viajar rápido a cielo abierto. Me subo ahora al británico, que tiene corazón alemán. Y es que el cuatro litros V8 con doble turbo viene de Mercedes, en concreto, del AMG GTC Roadster, aunque en el BB11 tiene un poco menos de potencia: 510 CV, 47 por debajo, y 675 Nm de par máximo, tres menos que en el AMG.

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El británico alcanza los 100 km/h en 4 segundos, y sigue subiendo hasta los 300 km/h. ¿Y cómo se comporta? El motor le sienta a este coche a las mil maravillas. Tienes un empuje excepcional desde abajo, aunque este Aston Martin me deja claro que no quiere ser un deportivo radical. Es un Gran Turismo, que no pretende devorar curvas a velocidades de infarto con sus 1,9 toneladas. Se siente algo más ligero que el Ford Mustang, pero también un coche para viajar rápido, antes que meterlo por estrechas carreteras comarcales llenas de curvas.

El motor va acoplado a una caja automática de ocho velocidades, que cambia de marchas muy rápido y reduce sin pensárselo en cuanto piso el acelerador a fondo. Los asientos ofrecen un agarre lateral perfecto, con una postura muy cómoda.

¿James Bond o Frank Bullit? ¿Quién gana?

Ford Mustang Convertible vs Aston Martin DB11 Volante
Toni Bader / AUTO BILD

Pues el V8: los dos motores ofrecen mucha fuerza y un sonido impresionante, aunque no pretenden ser deportivos. Porque estos coches prefieren rodar rápido de forma relajada. La pregunta es: ¿Compensan los 200.000 euros del Aston, que es cuatro veces más caro? Por ese dinero, te puedes comprar una casa. El Mustang, con sus 50.000 euros, es más accesible para muchos mortales.

Por eso, es para mí el ganador. CONLCUSIÓN ¡Casi 200.000 euros sin extras! Yo por ese dinero me podría comprar una casa, pero no un Aston Martin. Aunque sea un coche excepcional. El ganador de nuestros corazones ha sido el Ford Mustang. Un portentoso V8 por poco más de 50.000 euros. Eso suena mucho mejor.

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