Coches para comprar antes de que caduquen, BMW i3

Pocos coches hay que sean infinitos. Solo unos elegidos llevan a la venta durante décadas y no tienen visos de parar su comercialización, el resto tiene unos ciclos de vida más corto y tarde o temprano dicen adiós. El BMW i3 es uno de ellos: deja de producirse este mismo mes, así que es la última oportunidad para comprarlo.

Aunque actualmente el fabricante tenga una amplia gama de coches eléctricos (que a corto plazo seguirá expandiéndose), el utilitario cuenta con el honor de ser el primer cero emisiones de producción en serie de la marca. 

Nació en 2013, una fecha temprana dentro de la industria, en la que todavía se veía la electricidad como una promesa de futuro, por lo que fue un adelantado a su tiempo, sentando las bases, junto al BMW i8, de lo que serían las futuras generaciones de tecnologías electrificadas de la compañía.

Construcción ligera, eficiencia como prioridad

Con las limitaciones tecnológicas que había hace casi una década, los ingenieros de BMW tuvieron que hacer encaje de bolillos para conseguir un eléctrico con una autonomía decente. La decisión que tomaron a tal fin fue la de hacer el modelo más ligero posible, buscando maximizar la eficiencia del conjunto.

Para conseguirlo se empleó una estructura de aluminio sobre la que iban montados paneles de carrocería hechos de fibra de carbono, lo que aumentaba el coste de producción, pero reducía mucho el peso del conjunto.

En esta dirección también se tomaron decisiones como el empleo de ruedas muy finas, tanto para aligerar como para reducir la superficie de rozadura, y el hecho de montar una batería lo más compacta posible, de 22 kWh de capacidad (18,8 kWh útiles) que le otorgaba un rango de entre 130 y 160 kilómetros.

Montaba un motor de 170 CV de potencia que mandaba la fuerza al eje trasero y le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos.

No tardaría mucho en recibir una batería más capaz, y en 2016 pasaría a montar de serie una pila de 33 kWh, que ampliaba hasta 183 kilómetros la autonomía, pero también hacía crecer el peso y, por ende, rebajaba sus prestaciones: 7,3 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado.

El olvidado: la versión REX

Dentro del segmento de los coches eléctricos, sorprendentemente, las versiones de autonomía extendida (REX, por sus siglas en inglés) no son para nada comunes. 

El i3, sin embargo, contó con una de este tipo durante un periodo de unos tres años (de 2016 a 2018).

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BMW i3 2019 (4 imágenes)

La configuración de esta variante era sencilla: el coche se mueve gracias al motor eléctrico, pero cuenta con otro bloque de gasolina (en este caso un bicilíndrico de 650cc) que se pone en funcionamiento cuando la batería está muy baja, recargándola y aumentando la autonomía del vehículo en hasta 150 kilómetros.

BMW decidió dejar de venderlo cuando actualizó la gama del modelo con una batería de mayor tamaño que aseguraba un alcance mayor por sí misma.

Dos versiones a elegir

Y es que en 2018 ya quedó configurada la gama como ha llegado hasta la actualidad. El cambio principal fue el reemplazo de la batería de 33 kWh de capacidad por una de 42 kWh, lo que trajo consigo un aumento del rango de acción de casi un 30%.

En la versión básica, con 170 CV, fue suficiente para homologar una autonomía de entre 285 y 310 kilómetros, en función de por donde se circulara. En la más deportiva, el BMW i3s, que desarrolla 184 CV de potencia, el alcance era algo menor, entre 270 y 285 kilómetros.

Dos años después, en 2020, la marca alemana anunció que se habían superado las 200.000 unidades producidas del modelo, un registro reseñable para un vehículo eléctrico, premium y de nicho que se adelantó en el tiempo a las tendencias de la industria.

Comprar un BMW i3

A estas alturas el BMW i3 está fuera incluso del configurador de BMW, pero todavía es posible solicitar ofertas por él. En la página web de la marca alemana apuntan que está disponible desde 40.700 euros y es bastante probable que preguntando en concesionarios de la compañía cuenten con unidades en stock.