La casa barco que cuesta más de 93.000 euros
Mónica Redondo
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La casa barco se llama FloatWing y alcanza una velocidad de tres nudos, que son alrededor de 5,5 km/h. Aunque la casa barco ha sido diseñada para reposar en aguas interiores sin grandes corrientes, puede resistir olas de 1,2 metros. Es una vivienda flotante prefabricada capaz de navegar y ha sido ideada, desarrollada y materializada en Portugal. Esta estructura de seis metros de ancho y entre 10 y 18 de largo recuerda a los barcos reconvertidos en vivienda, como los de Ámsterdam, o a las casas anfibias, pero FloatWing es un producto "altamente innovador", ya que se basa en los principios de modularidad, sostenibilidad medioambiental, eficiencia y autonomía energética.
Fernando Seabras Santos, antiguo rector de la Universidad de Coimbra y fundador de Friday (más información), una de las empresas que ha participado en su creación. Las viviendas flotantes pueden transportarse en dos contenedores de barco hasta cualquier parte del mundo, están construidas con materiales sostenibles como la madera y el corcho, tienen una planta de tratamiento para aguas residuales y, lo más llamativo: llegan a producir alrededor de un 70% de la energía que consumen en un año gracias a su aislamiento térmico y a sus paneles solares.
El precio de la casa barco varía entre los 93.000 y los 233.500 euros según el nivel de equipamiento. Son versátiles, concebidas para ser una segunda residencia destinada al ocio. Pesan una media de 21 toneladas y pueden ocupar desde 28 metros cuadrados hasta 52. Son un espacio confortable con espíritu nómada, pues un timón permite gobernar el rumbo de las FloatWing si se las equipan dos motores. Alcanzan una velocidad de tres nudos, lo que garantiza que avancen de forma estable y poco ruidosa para amanecer, si así se desea, en un nuevo destino, con todas las comodidades que se podrían encontrar en una vivienda convencional: hasta tres dormitorios dobles, salón, cocina equipada, bodega e, incluso, barbacoa en el tejado.
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El aislamiento térmico y acústico de su estructura se consigue a través de paneles de madera y aglomerado de corcho expandido con al menos 10 cm de espesor y, además, los marcos son de vidrio doble. Las casas barco también incluyen sistemas de seguridad por si un pirata de agua dulce intenta colarse en ellas. Al ser prefabricadas, las FloatWing se pueden desmontar y transportar. Este proceso tarda de dos o tres semanas y cuesta unos 20.000 euros. Como una embarcación, cuando las casas barco no se utilizan deben permanecer amarradas en un puerto deportivo o en una bahía que las proteja.
Ya existe una vivienda flotante en el lago artificial Alqueva, el más grande de Europa Occidental, a unas dos horas en coche de Badajoz. Desde Friday, Fernando Seabra Santos indica que FloatWing partió de la voluntad de "dar respuesta a la creciente necesidad de las personas de alejarse del bullicio y la tensión de las grandes ciudades. La búsqueda de nuevas experiencias está inscrita en nuestro código genético. Esto podría conducirte al refugio de montaña, al faro del acantilado o al molino en la cima de la colina, etc".
El resultado de estas casas barco es una estructura capaz de moverse que permite "vivir con toda seguridad y confort en el agua, escogiendo todos los días un nuevo lugar en el que fondear, y convirtiéndolo en una base para numerosas actividades náuticas, como el remo, el esquí acuático, la pesca o, simplemente, el mejor sitio del mundo para tomar el sol, ver las estrellas o descansar", sostiene Seabra.
Fuente: El Mundo
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