Carlos Sainz irá “a ganar” en el Dakar 2018, el último de Peugeot

Convertido en tradición desde que es piloto de la marca, Carlos Sainz ha presentado a la prensa en Madrid sus sensaciones antes de partir hacia Sudamérica para iniciar el Dakar 2018. Es su undécima participación en el rally raid más duro del mundo, será el último con Peugeot, y va a darlo todo por hacerse con el triunfo.

A sus 55 años, Carlos Sainz (bien merecido tiene el “don” por delante, pero él mismo prefiere olvidarlo), se siente en plena forma. Sabe que por edad tendrá que parar más pronto que tarde, se ve cada vez más cerca del final… pero eso no le impide estar en plena forma y ser capaz de liderar e ir a por la victoria del Dakar 2018.

Para Sainz finaliza una etapa, pues Peugeot ha anunciado que será su último Dakar. Han ganado en seis de siete participaciones y Carlos quiere traer a España el séptimo triunfo en la historia de la marca francesa, donde asegura sentirse muy bien y con ganas de volver a pelear un la victoria en una edición que ve como la más “dakariana” de Sudamérica.

“Creo que este año va a ser difícil, porque se ha intentado igualar el reglamento entre los coches. Yo diría que Peugeot es la ganadora de las últimas ediciones y por tanto es favorita. Es un equipo potente y con experiencia. Por mi parte, hay que intentar ganar”, ha asegurado Sainz.

Pero Carlos es consciente de que para ganar tiene que batir a toda la “armada” Peugeot, de la que forman parte Cyril Despres, Sébastien Loeb y el vigente campeón, Stéphane Peterhansel. Además, Toyota y Mini deben dar guerra.

“Tengo compañeros muy fuertes: Cyril es cada vez más madura, Peterhansel va a estar ahí y Loeb ya tiene tres años de experiencia”, analiza Carlos. “Luego Nasser (Al Attiyah, que compite con Toyota), es siempre muy rápido y va con un buen coche. En cuanto a Mini y su nuevo coche… dudo que estén para luchar por la victoria, quizás ganen alguna etapa, pero nunca se sabe”.

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La receta para ganar el Dakar

“Hace falta un buen coche, un buen equipo, ir más rápido que los demás y tener un poco de suerte…”, esa es la receta que Carlos Sainz tiene para ganar su segundo Dakar. Lo primero lo tiene, lo segundo también… y lo tercero y lo cuarto, habrá que esperar al inicio de la prueba en Lima (Perú) el próximo seis de enero para comprobarlo.

“También hay que tener un buen copiloto, porque sin él no se puede ganar”, remata el madrileño. Lucas Cruz, su compañero de viaje, es quien ha de dictarle la ruta y quien le ayuda a descifrar el camino. Además, es quien le recuerda que debe beber cada cierto tiempo para no deshidratarse y le pasa una barrita energética para que mantenga energía. Un verdadero equipo.

A la hora de afrontar la carrera, Sainz recuerda que “el año que ganamos fue el año que menos etapas acabamos en primera posición”. Por ello hay que seguir una estrategia para mantenerse en segunda o tercera posición para luego rematar. “Hay que ser pacientes, y reconozco que a veces me cuesta. El año pasado íbamos primeros y más despacio cuando tuve el accidente. El Dakar es un ejercicio de paciencia brutal”.

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Fin de etapa, pero no retirada

Que se acabe la aventura de Carlos Sainz con Peugeot en el Dakar no quiere decir que el español vaya a dejar de competir en el rally-raid más duro del mundo. El piloto madrileño, sin embargo, admite que por el momento no ha recibido ofertas de ningún otro equipo ni de ningún otro fabricante.

“No hay ninguna marca que haya mostrado interés y no he recibido ningún contacto. Oficialmente solo está Mini y nadie ha contactado conmigo. En definitiva, hace cuatro años se planteó correr el Dakar y hacerlo era un reto que me apetecía. No hemos ganado nosotros, pero el equipo sí”, señala.

Ahora, asegura, no va a pensar en el futuro, sino en salir a ganar en la que será la última oportunidad de hacerlo con la marca francesa.

Imagen: Peugeot