Por qué cada vez más marcas de coches quieren entrar en la F1

La Fórmula 1 se encuentra en el mejor momento de su historia reciente y no es un secreto que cada vez hay más marcas interesadas en entrar en el campeonato. La empresa especializada en medios Liberty Media ha dado un enorme lavado de cara al campeonato que adquirieron en ya lejano año 2016, y seamos sinceros, ahora la F1 es mucho más atractiva y popular, y eso se traduce en dinero.

La percepción de los aficionados de la Fórmula 1 ya no es la de un campeonato aburrido donde siempre gana el mismo. La temporada 2021, en la que Hamilton y Verstappen libraron una preciosa batalla por el título, lo cambió todo. Pero no solo fue eso, pues los dueños de la F1 han tomado una serie de decisiones que han dado buenos resultados.

Entre esas decisiones, ha habido algunas que habrían sido impensables durante la época en la que Bernie Ecclestone era el jefe supremo del campeonato. Ejemplo de ello es la apertura a los aficionados en redes sociales, donde incluso se hace un seguimiento en directo de las carreras, o se publican extensos vídeos donde se analizan los Grandes Premios y sesiones de pruebas.

Pero hay muchos más ingredientes que han hecho que esta Fórmula 1 atraiga a marcas como Audi, que debutará en la categoría reina en 2026, o Ford, que regresará al campeonato como motorista de Red Bull después de dos décadas de ausencia. 

Y existe el interés de muchos más fabricantes, como Honda - que quiere seguir en la F1 a pesar de que Red Bull haya firmado con Ford -, e incluso se habla de Hyundai, Cadillac o Porsche, que ya estuvo a punto de alcanzar un acuerdo con la escudería de las bebidas energéticas el año pasado también de cara a 2026, y hasta se ha rumoreado el interés en comprar en Williams.

Entonces, ¿qué hace la Fórmula 1 tan atractiva para los fabricantes?

Efecto Netflix y éxito en Estados Unidos

En tiempos de recortes económicos y ahorro por parte de marcas de todo tipo de sectores, incluido por supuesto el del automóvil, la Fórmula 1 puede presumir de ser el campeonato donde todos los fabricantes importantes quieren estar. Y es que, la visibilidad que da la categoría reina en la actualidad en los mayores mercados, es insuperable.

Una de las cuentas pendientes de la F1 hasta finales de la década pasada fue 'enganchar' al público norteamericano. Para hacerlo, la categoría reina no pudo recurrir a otra arma que la televisión y las nuevas plataformas (para algo Liberty Media es una empresa que se dedica a los medios de comunicación), siendo Netflix y la serie documental Drive to Survive sus principales aliados.

Decía Daniel Ricciardo - y no ha sido el único en hacer - que ha pasado de ser un desconocido en Estados Unidos a que le reconozcan por la calle. Y, coincidiendo en el tiempo, las gradas en el Gran Premio de EEUU en Austin se han llenado batiendo récords de asistencia, cuando en ese país se hablaba de Daytona, NASCAR o Indycar, pero no tanto de F1.

La respuesta de Liberty Media ha sido dar al aficionado norteamericano lo que quiere, y por ello desde 2022 en adelante tendremos tres carreras en Estados Unidos: Austin, Miami y el plato fuerte de la F1, Las Vegas. Esto les convierte en una referencia en un mercado muy importante para la industria del automóvil, y donde las marcas quieren tener visibilidad.

Sabiendo todo esto, es totalmente entendible que una marca como Ford haya decidido regresar a la F1 después de dos décadas de ausencia, e incluso que Cadillac esté tocando la puerta para acceder a la categoría reina junto con Andretti.

El tope presupuestario: Más posibilidades de ganar

Entrar en la Fórmula 1 es increíblemente caro, eso nadie la duda, pero si te dicen que una vez estés en pista, todos los equipos podrán gastar lo mismo, la cosa cambia. En 2020, la FIA y Liberty Media aprobaron un límite presupuestario de 175 millones de dólares que ha ido reduciéndose hasta los 145 millones y variando según las carreras que se disputan por temporada.

Además, de acuerdo con los resultados logrados a lo largo de la temporada, la FIA establece recortes al tiempo de desarrollo de cada monoplaza, lo cual permite a los equipos que están al fondo de la tabla tener ciertos beneficios de cara a recortar distancia a las escuderías que tienen delante. 

También permite que el campeonato sea más sostenible en cuanto a economía, y se protege ante el gasto millonario que pueden hacer grandes empresas en comparación con los equipos privados más modestos.

Presencia en redes sociales y un público más joven

No menos importante es el giro que ha dado la Fórmula 1 para atraer el interés de un público más joven. La entrada en Netflix a través de Drive to Survive ha permitido llevar las carreras, historias y épica de la F1 a las casas de millones y millones de personas de un amplio rango de edad en todo el mundo.

Y, aunque no todos los que vean Drive to Survive se enganchen a la F1, se accede a un público habitualmente más joven y también a nuevos mercados donde no hay un gran seguimiento del campeonato, ya sea por no tener un Gran Premio o piloto del país o, porque simplemente, no exista una gran cultura automovilística.

Además del 'efecto Netflix', la Fórmula 1 ha ampliado su presencia en redes sociales en los últimos años, llegando a ofrecer contenido regularmente a sus seguidores a través de Twitter o Youtube; e incluso pilotos como Fernando Alonso se han creado una cuenta de TikTok para estar más cerca de los aficionados.

Al mismo tiempo, el campeonato prueba nuevos formatos más enfocados a la batalla en pista y, en definitiva, al entretenimiento, como son las carreras de F1 al Sprint, modalidad que amplía la incertidumbre en cuanto al resultado del fin de semana. En 2023 habrá un total de seis Grandes Premios con este formato.

Con todo ello, la F1 ha conseguido convertirse en la 'niña bonita' del deporte. No solo los fabricantes y marcas de coches más importantes del mundo quieren acceder al Gran Circo, también circuitos y promotores tratan de entrar en un calendario que ya tiene 23 carreras, llegan nuevos patrocinadores... y el campeonato sigue creciendo.