Aumenta la población mayor de 65 años en las carreteras

El año 2001 fue el primero de la historia en que la población española mayor de 65 años superó a la menor de 15 años. Esta situación deja de ser un mero dato demográfico cuando se traslada al mundo de la movilidad, ya que trae consecuencias que merecen ser analizadas. Por ello, el RACC ha tenido en cuenta tres aspectos básicos en su informe: los desplazamientos cotidianos de los mayores, sus capacidades funcionales y el estado del entorno en que se realizan, y la accidentalidad y la seguridad vial. Todo ello, con la finalidad de ofrecer consejos y recomendaciones a modo de conclusión.

Hablando de datos, resulta curioso ver cómo las personas mayores con permiso de conducir aumentaron en casi un millón entre 2001 y 2009. Solo un año después, la cifra total de conductores mayores de 65 años era de 2,9 millones, lo que hace estimar que en 2030 habrá 6,1 millones. Por otra parte, la accidentalidad de estas personas como peatones se ha reducido de forma significativa en el mismo periodo: si en el año 2.000 hubo 1.394 heridos graves, en 2009 fueron 917. El descenso ha sido del 50 por ciento en carretera y del 30 por ciento en ciudad.

Llegado a este punto, el RACC se permite hacer ciertas recomendaciones. En primer lugar, a la Administración le pide que adecúe las infraestructuras, mejore la accesibilidad y la prevención de la accidentalidad, como áreas prioritarias de intervención. También propone la idea de una señalización más sencilla en carretera, que facilite la reacción con rapidez. En segundo lugar, a los fabricantes les sugiere que diseñen vehículos accesibles y sencillos de usar. Mientras tanto, a la gente mayor como peatones les recomienda que crucen las calles por los pasos señalizados y que lo hagan con calma, sin correr; como conductores, la idea es que procuren circular en horas diurnas, evitando las condiciones meteorológicas adversas y sobre todo, sin haber ingerido ciertos fármacos que puedan mermar sus aptitudes.