La realidad del coche ha cambiado mucho en los últimos años. Si hace unas décadas eran medios de transporte fundamentalmente mecánicos, la evolución tecnológica los ha transformado de manera paulatina en dispositivos mucho más complejos en los que el software y la electrónica tienen una importancia capital.

Han seguido un recorrido en el que prácticamente se han convertido en elementos tecnológicos comparables con un ordenador o un smartphone, pues, como éstos, son capaces de recibir actualizaciones que hacen que sus funciones mejoren con el tiempo.

Este concepto no es nuevo, pero sí que ha adquirido una relevancia mayor en los últimos tiempos. Y es que, si antes era necesario acudir a un taller o concesionario para actualizar el vehículo, la llegada del coche conectado ha hecho entrar en acción a las conocidas como actualizaciones OTA, por el ingles ‘Over The Air’, es decir, remotas.

Ahora, siempre que el coche esté conectado a la red, puede actualizarse por su cuenta sin necesidad de acudir a ningún sitio de manera física, lo que abre un sinfín de posibilidades para los fabricantes, que pueden solucionar problemas a distancia, añadir nuevas funcionalidades, permitir el pago con accesorios y funciones extra, etc.

Vamos a repasar todo lo que hay que saber sobre las actualizaciones del software en el coche.

¿Qué es el software del automóvil?

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define de la siguiente manera el software: “Conjunto de programas, instrucciones y reglas informáticas para ejecutar ciertas tareas en una computadora”.

Aunque esta es la definición base, que hace referencia a los ordenadores, que es donde empezó a utilizarse el término, se puede aplicar sin problema a cualquier otro dispositivo electrónico que disponga de un sistema operativo y que, por tanto, cuente con cierta programación informática que le permita desarrollar ciertas funciones de manera autónoma.

¿De qué se encarga el software del coche?

El abanico de áreas en las que está implicado el software del vehículo es muy variado puesto que solo con el sistema operativo del sistema multimedia ya se acceden a funciones como la música, la climatización, etc. Además, en los últimos años ha adquirido cada vez mayor relevancia el navegador, que con las actualizaciones puede mantener los mapas al día. 

Sin embargo, el software del coche también afecta a otros aspectos del vehículo de gran importancia. Valga como ejemplo el de los coches eléctricos que, mediante actualizaciones, pueden mejorar su gestión de la energía para incluso aumentar su autonomía manteniendo la misma batería.

¿Cómo se actualiza el software?

En este punto hay dos variantes diferentes: los coches conectados tienen a su disposición las actualizaciones OTA, pero los que no lo son tienen que hacerlo de una manera local. Dadas las diferencias existentes entre una y otra, vamos a analizarlas por separado.

Actualizaciones de software offline

Es la manera más tradicional y hay que llevarla a cabo desde un dispositivo externo al vehículo. Es posible hacerlo uno mismo, pero resulta más recomendable llevar el automóvil al taller o al concesionario para que se encarguen de ello allí.

El procedimiento es relativamente sencillo. La marca suele lanzar cada cierto tiempo una actualización de software para sus modelos, algo que bien hace público, bien comunica a sus clientes por algún medio. Ésta puede estar, por ejemplo, en al web del fabricante.

Aunque el procedimiento varía según el modelo, en términos generales funciona de la siguiente manera: se dispone del archivo en una unidad remota o en un ordenador con acceso a internet, se conecta este al coche mediante un cable compatible y al ejecutar el archivo se lleva a cabo la actualización.

Aunque parezca sencillo, es recomendable ir a un taller, ya que se encargarán de que el proceso salga bien, crearán una copia de seguridad de los datos importantes antes de iniciar el proceso, etc.

Actualizaciones de software OTA

La llegada del coche conectado ha facilitado de manera considerable todo el proceso. Dado que el propio vehículo está conectado a la red, normalmente al integrar una tarjeta SIM, es él mismo el que detecta que existe una actualización y avisa al conductor de que es posible acceder a una versión nueva. También es posible buscarlas desde el menú de configuración del sistema de infoentretenimiento.

Lo normal es que sea el propio coche el que pregunte al usuario si quiere actualizar el sistema, de manera similar a como lo hace un ordenador. Esto es importante porque para llevarlo a cabo el coche no puede estar en movimiento, si no que debe estar parado. 

Además, el tiempo que tarde en actualizarse varía mucho, pues depende del peso de la actualización, de las funciones que añade o mejore, de que haya buena o mala conexión, etc.

¿Cada cuánto se actualiza el software de un coche?

Es algo que depende de cada fabricante. Sin embargo, si podemos hablar de que la tendencia es que las actualizaciones se lleven a cabo de manera cada vez más regular, algo que deriva de la accesibilidad de las OTA: dado que no hay que desplazarse hasta determinado punto físico para aplicarlas, las marcas las lanzan de manera más frecuente.

¿Son buenas o malas las actualizaciones de software?

A priori, actualizar el software del vehículo es algo positivo, puesto que por norma general sirve para que el coche funcione mejor, optimice funcionalidades que ya tenía, añada nuevas funciones de las que antes no disponía, etc. 

Sin embargo, las actualizaciones no solo permiten a las marcas añadir nuevas funcionalidades al coche, también las pueden utilizar para eliminarlas o, por ejemplo, restrigir su uso si no se paga.

Las actualizaciones OTA han abierto todo un nuevo mercado para los fabricantes de automóviles, que han visto la opción de ofrecer ciertos servicios a demanda, a los que se accede, por ejemplo, mediante el pago de una suscripción.

Hay muchos casos de coches eléctricos que pueden acceder a una potencia mayor de la que disponían de serie, otros vehículos pueden incorporar aplicaciones nuevas a su sistema multimedia e incluso en coches que ya tienen el hardware instalado, como puede ser el sistema de masaje de los asientos, no se puede disfrutar de la funcionalidad si no se paga.