Acción: movilidad inteligente, por Auto Bild y KYMCO
Parte 1: Deja de darle vueltas y da el salto
Muchos conductores ven pasar la vida en el atasco. Algunos lo hacen por convicción; no quieren ver más allá del parabrisas de su coche. Pero otros lo hacen por equivocación: piensan que sacarse el permiso de conducir una moto no solo es difícil, sino imposible.
Pues bien, sigue leyendo, porque te va a interesar. ¿Quieres saber de qué se trata? Fácil: agarrarte al manillar de una moto es más sencillo de lo que parece, y si no te lo crees, ¡sigue leyendo!
La movilidad inteligente requiere de unos sencillos trámites. Básicamente, lo que necesitas es el carné B (el de coche) y tres años de experiencia. Con esto se te convalida automáticamente el permiso A1, que te habilita para conducir motos de hasta 125 cc y 11 kW (15 CV).
Con esto tienes más que suficiente para salir airoso del peor de los embotellamientos que te puedas imaginar y llegar a cualquier sitio sin despeinarte (bueno, esto figurado, porque el casco tiene una obstinada tendencia a aplastarte el flequillo).
Además, hay otras muchas opciones que se adecúan a tus necesidades y gustos. Aquí las tienes detalladas:
- Permiso AM. Es el permiso más sencillo, pues habilita para llevar un ciclomotor (hasta 50 cc). Tienes que tener 15 años como poco y alcanzar los 18 para llevar pasajeros
- Permiso A1. Te lo puedes sacar con 16 años. Si tienes el B, te lo dan con tres años de experiencia. Para motos de hasta 125 cc y 15 CV o 20 CV si tienen tres ruedas
- Permiso A2. Un poco más avanzado. Necesitas haber cumplido los 18 años y superar una prueba en circuito más otra de circulación. Motos de hasta 47 CV
- Permiso A. Este es para los verdaderamente apasionados. La edad mínima es de 20 años y necesitas haber tenido el A2 durante dos años
- Permiso B. Si tienes tres años de experiencia, se te convalida por completo el A1, por lo que puedes llevar motos de dos o tres ruedas con 15 y 20 CV, respectivamente
Parte 2: Sé inteligente: entra en acción con AUTO BILD y KYMCO
Cuando suena el despertador te preguntas si los 90 minutos de adelanto con los que te levantas serán suficientes. Desayunas a toda prisa y sales corriendo de casa para intentar adelantarte un poco a la hora punta y estar en la carretera antes que el resto de compañeros de atasco.
Suena poco atractivo, ¿verdad? También puedes optar por saltar a la moto e ir más relajado. Pero para ponerte al manillar es conveniente que tengas algunos aspectos clave bien claros.
Todo tiene su truco
Los moteros desarrollamos una especie de sexto sentido que nos ayuda a estar más alerta cuando circulamos: mirar a los lados aunque el semáforo esté en verde es algo que no se puede evitar, al igual que cuando vas en coche piensas en meterte en ese hueco en el que solo cabe un scooter. Afortunadamente para todos, esa tentación suele durar un segundo.
A la hora de circular, la premisa es no fiarte de nadie. Como si estuvieras en una conferencia de carteristas, tienes que estar alerta y no fiarte de nadie: un hueco en la circulación puede querer decir que un coche va a entrar ahí, y muchas veces su conductor ni mirará dos veces por el espejo retrovisor ni pondrá el intermitente.
También hay otros trucos que te ayudarán a sobrevivir en la jungla de asfalto, pero esos te los contamos abajo. Cuando te los leas, seguro que estarás deseando tener esa sensación de libertad. No lo dudes: si quieres probar durante una semana lo que se siente disfrutando de la movilidad inteligente, entra en el enlace de abajo y permanece atento a estas páginas la semana que viene...
Cinco claves para ir en moto
- Utiliza unos guantes de moto
No solo te protegerán del asfalto en caso de susto. También te mantendrán la mano a salvo de esas piedrecitas que levantan los coches de vez en cuando y los agradecerás cuando baje la temperatura.
- No te olvides del espejo
El discurso de que los coches no miran por los retrovisores puede estar bien durante un rato, pero lo cierto es que todos somos parte de la circulación. La moto te permite ir más ágil, pero es vital tenerlo todo controlado.
- El freno, siempre a mano
Si te toca hacer una frenada de emergencia, te vas a ahorrar unas décimas de segundo importantes si llevas un par de dedos sobre la maneta del freno. También es recomendable utilizar el delantero y el trasero a la vez.
- Precaución con el agua
Es muy buena para la salud, pero es un elemento que los moteros debemos intentar evitar. Los pasos de peatones mojados resbalan, así que intenta esquivar la zona pintada. Las rejillas metálicas también son un elemento peligroso.
- Conducción defensiva
Es el tipo de pilotaje que tienes que practicar cuanto te subes a la moto. Evita incidentes y accidentes, adelántate al resto de conductores y prevé movimientos inesperados de los demás.
Parte 3: Pásate a la movilidad inteligente
Los atascos de la hora punta son para los que se los buscan. Existe una movilidad para gente despierta. Gente como tú. ¿Quieres ver la luz al final del túnel? Pues participa en esta acción especial de la mano de AUTO BILD y KYMCO.
Estoy a un cuarto de hora. Llego en cinco minutos. Es la típica frase que todos hemos dicho en plan fanfarrón cuando hay alguien que nos espera y ya vamos medio tarde. Lo siguiente está claro: bajas corriendo al coche, arrancas, sales... Te paras en todos y cada uno de los semáforos. Sufres porque ves que está en verde y no se mueve nadie. Llegas. No hay sitio de aparcamiento. “Parking”, piensas. Pues no. Completo. Haces cola. 15 minutos tarde.
Resumen: has quedado para pasarlo bien y pierdes varios años de vida por culpa de los nervios. La frase del principio se transforma en “Estoy a un cuarto de hora. Llego en 30 minutos”. Y eso por no hablar de iniciativas que pretenden alejar el coche de las ciudades haciendo muy difícil (y caro) a la hora de entrar y aparcar, como por ejemplo en Madrid...
La vida con otros ojos
Ahora te cuento casi la misma historia. Empiezo como antes, pero fíjate en el matiz: “Estoy a 10 minutos. Llego en 10 minutos”. Porque bajas a la calle; coges la moto y encaras esos semáforos infernales en los que no se mueve nadie. Llegas el último y te pones el primero. Verde. Todos quietos... menos tú. Le das al acelerador, llegas exactamente donde quieres. Aparcas en la puerta. Guardas el casco bajo el asiento... ¡Y ya estás listo!
Resumen: te has pasado a la movilidad inteligente. ¿Quieres ser tú el protagonista de esta historia? Permanece atento, porque en las próximas semanas AUTO BILD y KYMCO se han puesto de acuerdo para facilitarte una semana de movilidad sin estrés. ¿Quieres ser tú el protagonista de esta historia?
Descubre más sobre Javier Leceta, autor/a de este artículo.
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