6 trucos para cuidar tu moto y que te dure más kilómetros
Tu motocicleta lo agradecerá.
Hay gente que ve sus vehículos como meros medios de transporte, como algo que sirve para ir del punto A al punto B. Es lógico y respetable, pero también hay quienes experimentan una mayor conexión con la máquina. Los moteros suelen entrar en este grupo y para ellos traemos 6 trucos para cuidar tu moto y que te dure más kilómetros.
Básicamente, se trata de cuidarla como es debido, prestar atención a sus componentes mecánicas y, en la medida de lo posible, darle mucho mimo.
Lo primero es cumplir con el calendario de revisiones. Si está ahí es por algo, por mucho que algunos quieran pensar que es un sacacuartos, acudir de manera periódica al taller para que revisen los puntos que toque asegura en gran parte evitar problemas graves en la moto.
Además, sin pasar por taller tu también puedes llevar a cabo sencillas operaciones que son buenas para la conservación de la motocicleta.
Para empezar, presta atención a todos los líquidos de la moto. El más obvio es el del aceite, comprueba su estado y cámbialo cuando toque, puesto que si no su rendimiento bajará y afectará de manera negativa al apartado mecánico. Sin embargo, en este grupo también puedes meter el líquido de frenos y el refrigerante.
Cuida de la cadena. Es un componente muy duradero, pero para asegurar su correcto funcionamiento debes asegurarte de que esté tensa y que también esté engrasada.
Los frenos también son un elemento al que hay que prestar atención, puesto que son un actor clave en la seguridad de tu moto, influyen en las posibilidades que tienes de “irte al suelo” y, por ende, afectan a la longevidad de su motocicleta. Se suelen revisar cada 10.000 0 15.000 kilómetros.
También debes tratar de conducir tu moto como se merece. Incluso si se trata de un modelo deportivo, dale tiempo a que caliente y conduce de manera relajada hasta que esté a punto, antes de empezar a exigirle mucho. Lógicamente, en climas fríos esto es todavía más importante.
Para cerrar la lista, algo que puede considerarse como un extra u opcional y que no todo el mundo se puede permitir, pero que es clave para que se mantengan como nueva durante toda su vida útil: apárcala en un garaje cerrado. No solo evitarás vándalos y ladrones, también la protegerás de la incidencia del sol, la lluvia, etc., y el desgaste que ello conlleva.
Si no puede ser, al menos utilizar una funda servirá para resguardarla un poco.
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