3,1 millones para crear un sistema de conducción autónoma
Nacho de Haro
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Las habilidades innatas que tienen personas como George Hotz no se pueden desaprovechar, así que es una muy buena noticia que este joven estadounidense haya recibido una inversión de 3,1 millones de dólares para crear un sistema de conducción autónoma que se pueda adaptar a prácticamente cualquier coche moderno. Afirma que la tecnología estará lista para finales de año y que su intención es comercializarla por un precio que no supere los 1.000 dólares.
Si el nombre de George Hotz no te suena de nada, debes saber que este chico de 26 años de edad se convirtió en 2007 (cuando solo tenía 17 años) en la primera persona que consiguió hackear el iPhone y poco después, también fue el primero que logró desactivar la seguridad de la PlayStation 3, lo que se tradujo en una demanda judicial por parte de Sony. Desde entonces, este chico que abandonó la universidad tras cursar solo un semestre, ha trabajado para compañías como Facebook o Google y ha negociado el desarrollo de nuevas tecnologías con firmas de automóviles como Tesla.
Si te parece de ciencia ficción que un ‘chaval’ de 26 años pueda crear un sistema de conducción autónoma, es porque nunca antes habías oído hablar de George Hotz, también conocido como Geohot. A finales del pasado año te contamos que el primer hacker del iPhone había creado su propio coche autónomo… ¡en el garaje de su casa! Y para demostrar que no se trataba de una invención, invitó a un periodista de Bloomberg para que lo probara. El elegido fue Ashlee Vance, el mismo que meses antes había publicado la biografía de Elon Musk, fundador y máximo responsable de Tesla Motors (puedes ver la prueba completa en el vídeo que hay más abajo).
Ahora sus investigaciones y estudios se ponen más serios gracias a la inversión de 3,1 millones de dólares que ha recibido para desarrollar un dispositivo de conducción autónoma gracias a la confianza que ha depositado la firma inversora VC en la empresa que ha creado Hotz, denominada Comma.ai. Por el momento trabajan cuatro personas en el proyecto, además del propio George, que promete que el producto final “será relativamente fácil de instalar (…) algo similar a montar un mueble de IKEA” y que además, se podrá adaptar a coches normales.
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Fuente: WCF.
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