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El 2017 de Maverick Viñales en MotoGP, las dos caras de la misma moneda

El 2017 de Maverick Viñales

Diego de Arístegui

Maverick Viñales ha vivido un 2017 intenso en MotoGP, en el que ha podido saborear las mieles del éxito y también los sinsabores de no tener claro ni él ni Yamaha qué desarrollo seguir cuando han aparecido los problemas.

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El 2017 de Maverick Viñales en MotoGP, las dos caras de la misma moneda. Sensaciones encontradas para el piloto de Rosas en su primera participación como piloto oficial de Yamaha. Una temporada con más lecturas positivas que negativas dada la juventud de Maverick, aunque también alguna decepción teniendo en cuenta su carácter ganador. 

Viñales cambió Suzuki por Yamaha por una razón básica: tener las armas para ser campeón del mundo. Con esa mentalidad 'arrolló' a sus rivales consiguiendo tres victorias y cuatro podios en las seis primeras citas del año. Estos números le postularon como uno de los grandes candidatos al título en 2017. 

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Sin embargo, las cosas poco a poco se fueron torciendo en Yamaha sin que Viñales tuviese los medios y la capacidad para ponerles freno. En Suzuki era la referencia del equipo y todo lo que pedía se lo traían. En Yamaha las cosas no han sido tan sencillas con un Valentino Rossi al otro lado del box que nunca se ha terminado de sentir a gusto con la M1. 

Viñales inició la temporada con un prototipo bastante similar al de 2016 que era el que más le gustaba con diferencia. Aparecieron los problemas de agarre en carreras como Jerez y Catalunya que llevaron a un cambio de desarrollo que perjudicó claramente al español. Nunca más volvió a sentir las buenas sensaciones de principio de temporada. 

Superado por la situación

Desde entonces y hasta el cierre del telón en Valencia, Maverick Viñales se ha dedicado a sobrevivir con una montura que no le ofrecía ningún tipo de confianza. Ni en seco, ni tampoco en mojado, un terreno en el que 'Mack' debe mejorar de cara al año que viene si quiere plantar cara a expertos como Marc Márquez, Andrea Dovizioso y Valentino Rossi. 

Por este motivo, el 2017 de Maverick Viñales ha representado a la perfección las dos caras de una misma moneda. Al principio saboreando las mieles de los éxitos y después teniendo que lidiar con la desesperación al ver cómo la temporada poco a poco se iba al garete en el box del Movistar Yamaha MotoGP.

Con el 2018 en el horizonte, Viñales debe mantener la misma filosofía de comienzo de 2017 añadiendo las lecciones aprendidas en los momentos más duros de esta temporada. De todo lo malo se aprende, y no cabe duda que Viñales habrá apuntado en su cabeza todas las lecciones que aplicará para volver a ser una alternativa al título durante las 19 carreras del Mundial.

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