20 fallecidos en turismo en Semana Santa, la cifra más alta de los últimos 10 años. ¿Lo está haciendo bien la DGT?

Acaba de terminar el primer periodo vacacional importante del año, la Semana Santa, que ha registrado 34 fallecidos en accidentes de tráfico, siete más que en 2022. De esos fallecidos, 20 han sido en turismo, la cifra más alta de los últimos diez años. 

El balance realizado por la propia DGT revela que, entre el 31 de marzo y el 10 de abril se han registrado 28 accidentes mortales en los que han perdido la vida un total de 34 personas. 

Además, los datos muestran que, durante esos días, se han realizado 16,4 millones de desplazamientos por las carreteras españolas, un 3,8% más que en la Semana Santa de 2022 y el dato más alto en este periodo vacacional, desde que se tienen registros. 

20 fallecidos en turismo en Semana Santa, la cifra más alta de los últimos 10 años

El análisis de los accidentes mortales registrados durante la Semana Santa 2023 muestra un aumento del número de fallecidos en carreteras convencionales, pasando de 27 a 34. Igualmente, han aumentado los siniestros con víctimas mortales por salida de vía, pasando de ocho a 23 este año, lo que significa 15 fallecidos más. 

De esas 23 víctimas mortales, tres fueron peatones que murieron al ser atropellados. Por el contrario, han disminuido los fallecidos por colisiones frontales. Se han registrado tres frente a los siete de la Semana Santa de 2022.

Pero el dato más inquietante que nos ha dejado esta Semana Santa 2023 ha sido el aumento considerable del número de fallecidos en accidentes de turismo: 20 personas, frente a las 9 registradas en 2022. Este dato es el más alto de los últimos diez años, por lo que cabe preguntarse si el trabajo de la DGT para reducir la siniestralidad va bien encaminado.

En este sentido, la Asociación Española de la Carretera (AEC) ha manifestado su preocupación por esta tendencia negativa en la siniestralidad en las carreteras españolas y hace un llamamiento para que se adopten medidas para evitar que sigan aumentando las muertes por accidente de tráfico.

Está claro que la DGT ha puesto mucho de su parte para reducir el número de fallecidos en las carreteras, a través de campañas, aumento de medios para controlar la velocidad o una nueva Ley de Tráfico aprobada en 2022 que castiga con más dureza algunas infracciones, aumentando la pérdida de puntos del carné. 

Pero no es suficiente. Como denuncia AEC, “atrás han quedado aquellos años en los que la siniestralidad en España apuntaló una evolución a la baja que se convirtió en modelo a replicar en otros muchos países, una situación que es muy poco probable que pueda repetirse en el escenario actual”.

Mejorar las infraestructuras, clave 

Para reducir la siniestralidad en las carreteras, la DGT debería invertir en infraestructuras. Es decir, mejorar el estado de las carrereas. 

Ya en 2017, AEC presentó un informe en el que demostraba que una inversión de 730 millones de euros durante tres años en un total de 1.121 kilómetros de carretera convencional podría evitar 69 muertes y más de 200 heridos.

La construcción de 'carreteras 2+1', la generalización de las auditorías e inspecciones de seguridad vial, la eliminación de tramos de concentración de accidentes, la mejora del estado del pavimento o la adecuación del equipamiento son algunas soluciones que propone la asociación, fáciles de ejecutar y cuyo coste sería perfectamente asumible. 

Otras medidas que podría adoptar la DGT sería despejar los márgenes y eliminar los obstáculos en los laterales de la vía, el suavizado de pendientes o sistemas de contención de vehículos adaptados a las distintas tipologías de usuarios, con especial atención a los sistemas de protección para motoristas y de contención para vehículos pesados.

Otra de las cuestiones preocupantes tiene que ver con la protección de los usuarios más vulnerables. Es cierto que la DGT ha trabajado mucho en este aspecto en los últimos años, pero sería necesaria la construcción de infraestructuras específicas para vehículos de movilidad personal y ciclistas, así como la creación de itinerarios seguros para peatones.

Una parte de lo que la Dirección General de Tráfico recauda a través de las multas podría destinarlo a mejorar la calidad de las infraestructuras y, así, evitar muertes por accidente de tráfico. 

Hay que subrayar también que, a pesar del balance negativo con el que se ha saldado la Semana Santa 2023, en lo que va de año han perdido la vida en las carreteras 258 personas, 18 menos que en la misma fecha.