Práctico limpieza de capotas: así se elimina la suciedad
Y de sopetón, llega la primavera; después, el verano. Son meses de buen tiempo. Toca abrir la capota y degustar el sol y la brisa, ¡un sueño para los fans de los descapotables! Por desgracia, el coche aún lleva encima los restos de las inclemencias invernales. Eso es algo que pasa cada vez más, porque un cabrio ya no es para dejarlo en el garaje en los meses de frío. Los modelos actuales están preparados para poder usarse todo el año sin problemas. Aquí tienes un práctico sobre limpieza de capotas.
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Pero eso implica que lo has conducido mucho con el techo cerrado y la capota se ha ensuciado. Es lo primero que hay que solucionar antes de empezar a abrirla alegremente. Pero atención: visitar un túnel de lavado puede ser devastador para un cabrio. Especialmente en los modelos con ciertos años, sus lunas de plástico sufren mucho bajo el frotamiento de los rodillos. Si no lo puedes evitar, busca uno cuyos cepillos tengan tiras textiles suaves. Pero lo mejor es ir a una zona de lavado a mano y hacerlo tú mismo. El resultado será mejor.
Vídeo: RACC Limpieza de Faros:
Lo primero que debes comprobar es que los utensilios que vas a emplear estén limpios. Los cepillos de los centros de lavado pueden producir rayones en la carrocería y también, en las lunas de plástico. Lo más seguro, claro, es prescindir de ellas y usar sólo la pistola de agua a presión. ¿Y para enjabonar y retirar la suciedad? ¡Tus propias esponjas!
Aunque las capotas textiles son estancas al agua, utiliza un producto de impregnación para que se mantengan en óptimas condiciones. En verano, especialmente, están muy expuestas a restos de vegetación y polen, excrementos de pájaros, polvo e insectos muertos.
El conductor de un descapotable también debe estar atento al estado del varillaje de la capota y engrasar sus articulaciones. Por supuesto, chequea las juntas de estanqueidad y los conductos de desagüe, para evitar que filtre agua al interior y se ocasionen daños en el habitáculo.
1. Vayamos por partes
Lo ideal es limpiar la carrocería a mano. Después, pasa a trabajar con la capota. De este modo, se mantiene la impregnación.
2. Rocía
Usa un producto específico para capotas y pulveriza hasta que la superficie quede mojada, para facilitar la retirada de excrementos de pájaros o la resina de los árboles, por ejemplo. Presta atención especial a las costuras.
3. Limpia a mano
Frota suavemente con la esponja y dale duro a la suciedad pegada con un cepillo de puntas blandas. Luego, aclara con agua limpia.
4. Impregnación
Hazlo cuando la capota esté limpia y seca. Esta capa de aerosol evita que el agua empape la lona, que se adhiera suciedad y que la superficie se decolore.
5. Lavar
Limpia a fondo las superficies de cristal. En el caso de que la luna trasera sea de plástico, usa un pulimento especial para obtener una buena visibilidad que, además, corrija los arañazos leves.
6. Engrasar
Hay que tener siempre el mecanismo de la capota en óptimas condiciones de lubricación. Aplica un engrasante en las articulaciones y las bisagras. Usa la cantidad justa.
7. Flexibilidad
Para que las gomas de las juntas permanezcan flexibles, debes recurrir a un aceite de silicona, que las protege de la humedad.
8. Una prueba
Llena con agua el conducto de desagüe a través de un embudo. Si no fluye, está obstruido.
9. Limpieza
Los conductos que esté bloqueados se pueden limpiar con un alambre (coloca cinta aislante en los extremos).
Etiquetas: Mantenimiento del coche
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