Comparativa: Seat Ibiza vs Audi A1

El Seat Ibiza llega con 150 CV en acabado FR con unos cuantos extras, como una reducción de la carrocería de 15 milímetros.

El Audio A1 se defiende con la misma potencia y opciones como el techo negro o las elegantes llantas de aluminio. 

Por dentro

En el interior, el Seat logra convertir cada milímetro de la diminuta ventaja de tamaño en más espacio. Hay empate en las plazas delanteras, pero medimos un poco más de aire en todas las direcciones en la parte trasera.

El A1 también se queda atrás en lo que respecta al equipaje. Ambos tienen un doble fondo y un respaldo plegable dividido, pero el maletero del Audi cubica de 335 a 1.090 litros, 20 y 75 menos, respectivamente, que su hermano español de plataforma. 

En el cockpit, ambos son predominantemente táctiles, pero Audi nos regala un control de volumen real y una estructura de menú más lógica. Además, el A1 ofrece los gráficos más nítidos, puede usar Apple CarPlay y Android Auto incluso sin un cable, muestra los mapas de Google y no solo los atascos actuales, sino también las rutas liberadas.

También encontramos un habitáculo moderno en el Seat, que lleva los instrumentos digitales opcionales. 

¡En marcha!

Plataforma motor y, en este caso, incluso neumáticos idénticos en ambos coches. Por lo tanto, no es de extrañar que el A1 y el Ibiza conviertan los 150 CV en niveles de rendimiento mínimamente diferentes.

En ambos casos, el cuatro cilindros de 1,5 litros funcionan de manera agradablemente silenciosa, pero se vuelve algo escandaloso cuando lo llevas a la zona alta del cuentavueltas. 

El Audi usa un amplificador de sonido para tratar de sonar deportivo en lugar de extenuante: una cuestión de gustos.

La tracción delantera está respaldada por un bloqueo de diferencial electrónico, por lo que la potencia suele implementarse de manera muy eficaz. Solo cuando el asfalto está mojado las gomas de 215 de elevado agarre que ambos llevan empiezan a mostrar sus límites si practicamos una conducción decidida. 

El DSG de siete velocidades también funciona bien, ordena los cambios de marcha de forma rápida y discreta, y nos permite viajar de manera relajada. En zonas urbanas, sin embargo, el arranque con el doble embrague a menudo no es muy suave, y a veces reacciona al proceso Start Stop con sacudidas notables. 

A cambio, el motor permite navegar con ahorro de combustible de forma natural. Junto con la desactivación de dos cilindros, que sitúa temporalmente al TSI en un modo más económico aunque con un sonido más tosco, estos dos pequeños de talante deportivo logran un consumo de combustible de prueba por debajo de los siete litros.

En ambos casos el chasis tiene un ajuste firme que permite una conducción segura y ágil en la que enlazar curvas es un juego de niños (a la par que un disfrute), y en ningún caso resultan demasiado duros. Por cierto: consideramos superfluo el ajuste del amortiguador en dos niveles, la diferencia es apenas perceptible.

Conclusión

2º puesto: Audi A1 Sportback 35 TFSI. En principio, con las mismas ventajas que el Seat, solo que más refinado y, lamentablemente, algo menos espacioso y notablemente más caro.

1er puesto: Seat Ibiza FR 1.5 TSI. Ágil y manejable, pero aún suficientemente cómodo y adecuado para el uso diario. Y, sobre todo, no demasiado caro.