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Comparativa Porsche: 911 GTS vs Carrera 4S vs 911 Turbo

Nos vamos al circuito de Hockenheim para comprobar si el nuevo 911 GTS es solo un Carrera mejor equipado, o realmente puede medirse con el Turbo. En esta comparativa del Porsche 911 GTS Turbo vs 911 Carrera 4S vs 911 Turbo, quemamos rueda en la pista y cada modelo deja claro cuál es su sitio.

Motorizaciones comparadas:

El nuevo Porsche 911 GTS se cuela entre le 911 Carrera 4S y el 911 Turbo. ¿Se limita a rellenar un hueco, es algo superfluo o  tenemos aquí a un nuevo misil de circuito? Lo comprobamos al volante. Comparativa: Porsche 911 GTS Turbo vs 911 Carrera 4S vs 911 Turbo.

El Turbo, en azul zafiro, es otra cosa respecto a los otros Carreras. Para empezar, deja a las claras sobre el papel de las prestaciones quién manda aquí. Le bastan 2,9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, de modo que incluso le rasca una décima al dato de fábrica. Y lo curioso es que su launch control no es un brusco patadón como en otros modelos de este potencia, sino muy progresivo, gracias al buen funcionamiento de su doble embrague.

En 10,4 segundos ya va a 200 km/h, y su doble compresor, gracias a la doble geometría, está prácticamente liberado del típico "agujero" en la respuesta de los turboalimentados. Los frenos también sitúan al 911 Turbo en la estratosfera. Da igual que estén calientes o fríos, el funcionamiento siempre es intachable. Los recorridos de retención, cuando están calientes, solo varían unos pocos decímetros, y el tacto del pedal y el punto de presión permanecen invariables como rocas. 

VIDEO: Aquí tienes todas las generaciones del Porsche 911

Hora de subirse al Carrera 4 S. El paquete Sport Chrono con Launch Control, que es de serie en el GTS, cuesta aquí más de 2.000 euros. Pero aporta muchas ventajas en el esprint. Pasa de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, de modo que también baja una décima respecto a la cifra oficial, y cuando llega a los 200 km/h el cronómetro marca 13,3 segundos. Al igual que en el Turbo, no lo hace de forma dramática, sino de forma progresiva, rayano en la perfección. Como nos tiene acostumbrados este modelo. 

Y toca montarse en el GTS. su ventaja de 30 CV y 50 Nm respecto al Carrera 4 S se la debe, para empezar, a un compresor más grande. De entrada, este GTS parece un Carrera 4 S equipado hasta los topes. Lo cierto es que si echamos cuentas, un Carrera con todas las opciones para equipararse a un GTS saldría por unos miles de euros más. Por eso el GTS tiene una mejor relación calidad/precio. Y además, es más rápido. Cuando piso a fondo, la aguja llega sin resuello hasta las 6.200 vueltas, y en solo 3,4 segundos ya voy a 3,4 segundos. En 12 justos, vuelo a 200. Así, le saca a su rival 0,2 y 0,8 segundos respectivamente.  

Los tres bólidos comparten los mismos frenos cerámicos y las ruedas, y con todo, el GTS es el que mejor frena sobre la misma pista. Solo necesita 31,5 metros para detenerse de los 100 km/h. 

Aqui probamosel Porsche 911 GTS a fondo.

Empezamos con el 911 Turbo. Tras un par de rondas de calentamiento las Pirelli P Zero están en plena forma. Antes de frenar en la curva Nord, llegamos a unos más que respetables 207 km/h. El Turbo gira con ansia, va pegado al asfalto, distribuye el par de forma intachable a las cuatro ruedas. Dirección, frenos y chasis funcionan en perfecta armonía. Todas las reacciones son transparentes y domeñables. Y el recorrido de suspensión es lo suficientemente largo como para filtrar bien las irregularidades sin perder la compostura. . 

La dirección en las cuatro ruedas le dan una estabilidad inusitada, incluso en las situaciones más críticas. A la salida de las curvas Sachs y Süd, solo percibo un lee subviraje totalmente controlable. Llego a la meta en 1:09,34 segundos.

En el Carrera S, gracias a que su entrega de potencia no es tan descomunal, me permite fijarme más en otros aspectos del coche. Por ejemplo, la exactitud de escalpelo de su dirección en curvas cerradas, y la excelsa precisión de su cambio de doble embrague, chasis y frenos. Todos los componentes tienen una respuesta perfecta vuelta tras vuelta, nada se desmanda, se recalienta o cruje, no se enciende ningún piloto en la instrumentación por más que lo lleve al límite. 

El chasis deportivo opcional PASM tiene menos recorrido de suspensión que el Turbo, y por tanto no filtra con la misma eficacia. Ni tampoco unos cambios de apoyo tan contundentes. De modo que pide una conducción más limpia, tal vez algo menos salvaje que en su hermano rival. Cuando paso la línea de meta, el crono marca 1:10,61 minutos. 

Y me subo al GTS. Cuando llego al final de la recta de salida, el velocímetro marca 203 km/h (198 en el 4S). Me sorprende que la sensación que transmite es una capacidad de aceleración en curva superior a la de sus dos rivales. En eso puede tener algo que ver que las ruedas traseras del GTS son media pulgada más ancha. El resto de sensaciones (exactitud y limpieza en la respuesta del chasis, dirección y frenos) es muy similar. Y al final, cuando paso por meta, el crono marca 1:09,63 minutos, esto es: un segundo más rápido que el 4S, y solo tres décimas más lento que el Turbo. De modo que se acerca más a este último, y se aleja del Carrera. No esperábamos eso. Por eso este GTS se ha ganado todo nuestro respeto. 

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