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Comparativa del nuevo Mazda2 vs Renault Clio y Volkswagen Polo

Redacción AUTO BILD

Tres pequeños coches con cambio manual y motores de gasolina ¿Cómo se comporta el nuevo Mazda2 frente al Renault Clio y el Volkswagen Polo? Te lo contamos

A lo largo de los años, el Volkswagen Polo ha crecido enormemente y ahora es casi tan grande como lo fue alguna vez el Golf 3. Y es que el concepto de “pequeño” va cambiando con el paso de los años, también en Volkswagen

Por última vez, este Renault Clio aparece como modelo previo al lavado de cara. La versión renovada (a partir de septiembre de 2023), de la que no había coches de prueba ni precios para nuestra comparativa, solo traerá un nuevo frontal y un nuevo motor para el tope de gama. Renault ofrecerá su Clio revisado con el motor de esta prueba, sin cambios.

El segundo lavado de cara del Mazda2, que se fabrica desde 2014, ofrece poco más que el nuevo frontal y dos nuevos colores. Este Mazda está concebido para quienes realmente buscan un coche pequeño. Los asientos son cortos, la consola central es restrictiva y tiene menos espacio para los codos que sus rivales. 

Diseño interior

Los asientos delanteros del Clio son incluso más estrechos que los del Mazda y muy blandos, a la antigua usanza francesa. El reposapiernas sí es lo suficientemente largo.

 

En esta comparativa, los únicos asientos con apoyo lumbar (desgraciadamente no especialmente eficaz) están disponibles en el Polo, que también está muy por encima de sus competidores en el espacio de la parte trasera.

En el Mazda2 la parte trasera es especialmente estrecha. A esto se suma la posición baja del asiento, nada cómoda. Y su forma de cúpula le resta espacio.

La parte trasera del Clio también es estrecha y no muy cómoda, pero el respaldo es menos vertical que el del Mazda.

Por lo demás, el pequeño Renault tiene un cockpit acogedor y luminoso. Hay buenos controles de clima en la restrictiva consola central, el pomo del cambio es muy gruesa.

La pantalla vertical de 9,3 pulgadas es opcional, y no hay controles físicos de volumen. Aquí solo Android Auto es inalámbrico, Apple CarPlay no. Sin embargo, la descripción general de los atascos en el mapa de navegación está muy lograda.

En el Mazda2 encontramos estética de coche clásico sin que la pantalla sea visualmente dominante. Y se nota que los japoneses hayan hecho algo respecto a la calidad de los ajustes: no queda ni rastro de los molestos los crujidos del modelo anterior. 

El Mazda todavía utiliza un sistema de navegación con SD, no con disco duro como es común hoy en día, lo que delata su edad. El hecho de que Apple CarPlay sea ahora inalámbrico no ayuda mucho: la batería del iPhone se agota rápidamente, por lo que se necesita un cable de carga.

En el interior del Polo prevalece la austeridad teutónica. Sólo hay dos controles giratorios, pero el Volkswagen sigue siendo fácil de operar. Sólo los controles del aire acondicionado conservan los controvertidos controles deslizantes: requieren mirarlos, por eso preferimos los clásicos diales. 

Motores

En la parte delantera del Polo encontramos un turbo de tres cilindros (95 CV) bien aislado que entrega un gran par con 175 Nm. Para el Clio TCe 90, Renault apuesta por un tres cilindros acústicamente más presente (91 CV y 160 Nm) que funciona con bastante brío. 

El bloque tiembla al arrancar y siempre hay más vibraciones que en el Volkswagen, lo que probablemente se deba a una suspensión del motor más blanda. El del Mazda2 es el único cuatro cilindros, que además se basa en el clásico principio atmosférico. 

El motor produce 90 CV y 151 Nm de par motor con una cilindrada comparativamente generosa de 1,5 litros. El sonido se impone a partir de 3.000 rpm y el cambio de marchas es muy nítido con recorridos cortos, de modo que usarlo es un gozada. Aunque no es un prodigio de fuerza, el motor entrega su potencia de forma lineal.

Comportamiento

Una pena que las marchas quinta y sexta sean muy largas en el Mazda: a 130 km/h la sexta sólo da 2.200 revoluciones. Eso nos obliga a reducir más de la cuenta, y si vas por el carril izquierdo de una Autobahn alemana sin limitación, deberás bajar a cuarta para alcanzar la velocidad máxima. Los valores de recuperación son peores que los de sus rivales. 

El chasis deja una impresión más inquieta que sus competidores. El japonés rueda bien, pero en los baches cortos y repetidos, como adoquines, se vuelve demasiado rebotón, y los amortiguadores llegan fácilmente a su límite. Además, el ruido de rodadura se percibe más que en sus rivales. 

Casi todo en el Renault parece enfocado a la suavidad, y si bien también se agita bastante sobre baches cortos, la suspensión ofrece mayores reservas que la del Mazda. La dirección algo pastosa y sintética del francés no encaja con el sonido rabioso de su tres cilindros. Con todo, el Clio es más silencioso en una carretera de baches que el Mazda. 

También es contradictorio que el Clio está por delante del Mazda en cuanto a capacidad de tracción, pero como la caja del cambio no permite insertar rápidamente y la entrega de potencia a menudo se retrasa, acelera más lentamente. Es excelente frenando, eso sí: es el único aquí que tiene discos en las cuatro ruedas. 

El Volkswagen es líder en casi todos los aspectos de la dinámica de conducción, desde el comparativamente silencioso motor de tres cilindros hasta la dirección suave pero precisa y la suspensión firme y equilibrada. Sencillamente, el Polo se siente una categoría superior a sus dos competidores. Sin embargo, todo esto se ve empañado cuando la consola central cruje en carreteras en mal estado.

En términos de consumo, el Mazda muestra sus puntos fuertes: con 5,0 l/100 km, es el más económico, el Polo (5,9 l/100 km) y, sobre todo, el Renault Clio (6,2 l/100 km), son mucho más sedientos.

Factores para decidir la compra 

Puesto 3: Mazda2 e-Skyactiv G 90 M Hybrid. El más consecuente con su condición de “coche pequeño”, pero con tres puntos fuertes: económico, de valor estable en el mercado de segunda mano y divertido de conducir.

Puesto 2: Renault Clio TCe 90. Su motor elástico y la relación calidad-precio le otorgan el segundo puesto, aunque los asientos y la dirección están ya un poco desfasados. Eso podría corregirse tal vez en el inminente lavado de cara. 

Puesto 1: VW Polo 1.0 TSI. Más un compacto que un coche pequeño. Sus puntos negativos son que es caro y no lleva ninguna tecnología de ahorro especial, pero el espacio y la comodidad de conducción son excelentes.

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