Comparativa: Mini Countryman John Cooper Works vs Cupra Ateca

Empecemos por el más pequeño: el Mini Countryman John Cooper Works con 4,30 metros de largo, tracción total, motor de gasolina turbo de dos litros con 306 CV y convertidor automático de ocho velocidades. 

Pero no es precisamente un peso ligero. 1651 kilogramos de peso en vacío son 85 más que el Cupra Ateca. 

El Cupra monta el dos litros de Volkswagen con 300 CV, tracción total y DSG de siete velocidades. Lo primero que nos gusta: a pesar de toda la deportividad que contiene, este Cupra mantiene las virtudes prácticas del Ateca. 

Habitáculos

Con 4,39 metros, es nueve centímetros más largo que el Countryman, que es el XXL entre los modelos de Mini. Por eso tiene mucho espacio en la segunda fila, donde incluso adultos de gran talla pueden realizar grandes cruceros sin fatiga. 

El Ateca, que también ofrece una entrada más trelajada en la parte trasera y un maletero más grande: caben entre 485 y 1.579 litros, en el Mini son de 450 a 1.390.

El Cupra monta un sistema de escape Akrapovič opcional que consiste en cuatro tubos, dos más que en el Mini y el doble de sonido con efecto piel de gallina. Por cierto: el Mini Countryman John Cooper Works con chasis ajustable, kit aerodinámico y alerón trasero parte por encima de unos abultados 50.000 euros. 

El Cupra parte de unos cuantos miles de euros menos, pero con el escape Akrapovič y el sistema de frenos Brembo de cuatro pistones igual que el de Audi supera los 50.000 con más holgura aún que el Mini, y es por tanto un poco más caro en esta comparativa. 

¡En marcha!

Nos citamos en el Contidrom para establecer tiempos de vuelta.  El Mini le rasca más de un segundo al Cupra en el circuito de casi 3,3 kilómetros, y con una velocidad máxima de 198 km/h es también es 2 km/h más rápido. 

¿Por qué? Por una combinación de convertidor de ocho velocidades en lugar de DSG de siete, más par  (450 Nm frente a 400) y una entrega máxima de fuerza desde las 1750 rpm, que en el Cupra se produce a 2.000.

Subjetivamente, el Mini tiene un comportamiento más SUV porque pesa más y tiene el eje trasero más blando. Su respuesta no es tan neutra como la de su rival. 

Por eso el John Cooper exige manos expertas para exprimirlo en circuito, ya que su dirección es menos precisa y se vuelve algo nerviosa en la posición central. 

Sin embargo, realidad es que el Mini es el más rápido en circuito con una vuelta de 1: 38.67 minutos registrada en el crono.  

El Ateca se siente como un Golf, no da la impresión de ser un coche más alto. Tiene una dirección suave y precisa al mismo tiempo, y aunque la carrocería balancea un poco nunca esa muy acusado. Es un coche muy fácil de conducir a gran velocidad, y hasta cuando empieza a subvirar es muy fácil de corregir.  

El chasis y la dirección son en definitiva muy equilibrados, y sus únicos “peros” están en el motor y la transmisión, los causantes de que no haya sido el más rápido en circuito. 

El dos litros simplemente tarda demasiado en entregar toda su potencia y el DSG a veces se muestra un poco indeciso, lo que le cuesta segundos decisivos. Su registro en el crono ha sido de 1: 39,89 minutos.

Conclusión

2do puesto: Mini Countryman JCW 2.0 All4. Como John Cooper Works, es un pequeño SUV de carreras, aunque subjetivamente se sienta menos deportivo que su rival. Más rápido del circuito, pero dirección difusa y menos espacio.

1er puesto: Cupra Ateca 2.0 TSI 4Drive. Equilibrado como un Golf, con la buena visibilidad de un SUV. El Ateca es más grande, más caro en la versión de prueba… y en global el coche más redondo.