Comparativa: Ford Fiesta ST vs Volkswagen Polo GTI

Vía libre para enfrentar al Ford Fiesta ST contra el Volkswagen Polo GTI en Contidrom. Pasemos por encima de lo que menos nos importa: espacio, maletero y puertas. El Fiesta ST viene con tres puertas, y el Polo tiene cinco. Cuestión de gustos. Veamos cómo se comportan al límite. Comparativa: Ford Fiesta ST vs Volkswagen Polo GTI.

Aunque los dos están al mismo nivel de potencia con 200 CV, esconden muchas diferencias. El Volkswagen llega con un cuatro cilindros, mientras el Ford lleva por primera vez uno de tres. Ford ha dispuesto una máquina de conducción pura sobre cuatro ruedas de 18 pulgadas. El Fiesta ST monta el premiado 1,5 litros turbo, cuyo objetivo es alcanzar la máxima potencia. Su antecesor tenía uno de 182 CV.

Nuestra unidad de pruebas llevaba un paquete opcional con cuero y otros detalles de lujo que sube bastante su precio inicial. Pero sentémonos ya en sus asientos Recaro y veamos de lo que es capaz en el circuito de Contidrom. Vamos en el modo Track, pensado para circuito. Y es que ahora llevo todo desconectado, tal cual. Es la mejor manera de rascar cada segundo. La dirección es una pasada: un tacto firme, precisa y comunicativa. Y el sonido del motor, qué decir... ¡Es música para los oídos!

Por otro lado, llevo un diferencial mecánico con bloqueo delante, que aporta mucho grip en los giros. Es un tracción delantera con un agarre excepcional, con una zaga que acompaña los giros en todo momento con leves insinuaciones hacia el exterior cuando le doy gas, por eso es tan ágil su conducción. ¿Subviraje? Este coche no conoce eso. Tengo la sensación de tener bajo control todos los elementos en todo momento: la dirección, las revoluciones, el eje delantero, el trasero...  

Frenos mejorables 

Con 37 metros para pasar de 100 km/h a 0 tiene una cifra correcta, pero el Polo lo hace dos metros antes. Y esa distancia, en un circuito, puede ser decisiva. Porque supone tiempo. Y Ford nos ha dicho que este Fiesta pasa de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos. Pero no ha sido así. Según nuestras mediciones, ha invertido 6,9. El Polo, sin embargo, lo hace incluso mejor que lo prometido. 

Al final, con sus muchas virtudes y pocos defectos en circuito, el Fiesta logra un tiempo por vuelta muy respetable: 1:40,33 minutos. Un Volkswagen Golf GTI solo es un segundo más rápido.

Y pasemos al Polo. Uno se sienta más elevado en este cinco puertas con cambio de doble embrague. Este dos litros turbo es un espectáculo tecnológico, con una combinación de inyección directa y tubo de admisión, ciclo Miller y elevación variable de válvulas. Volvamos al circuito.

5 modos de conducción

En el quinto de sus cinco modos de conducción. El Ford solo tiene tres. Pero es que aquí aún puedes individualizar más el modo Sport, endureciendo aún más los amortiguadores, lo que permite afinar todavía más. Por otro lado, lleva DSG, lo que significa que prácticamente me olvido del cambio, porque se encarga la electrónica. Y el ESP no es desconectable del todo.

¿La sensación? Va como sobre raíles. Pero si lo fuerzo, entonces tiende más al subviraje. Y siento menos control sobre el coche que en el Fiesta. El Polo es muy fácil de llevar a gran velocidad, pero transmite menos. En cualquier caso, es más deportivo que su antecesor, en parte porque Volkswagen ha optado esta vez por los neumáticos deportivos de Michelin, en vez de los Bridgestone. Y proporcionan mucho agarre, pero echo de menos lo que tengo en el Fiesta: libertad total.

Quiero el control absoluto del coche. El DSG inserta una marcha más cuando a mí me gustaría mantener las revoluciones, tomar la curva y seguir en la misma marcha. Pero no me deja. Su tiempo por vuelta ha sido de 1:40,42 minutos, de modo que se queda algo por detrás del Fiesta, aunque están prácticamente al mismo nivel.

Y es que, aunque el Volkswagen esté más limitado por el ESP y el DSG, acelera de 0 a 100 antes que el Fiesta y que el dato de fábrica, en 6,4 segundos, y con discos de 312 milímetros delante, frena antes que el Ford.  

Conclusión

Al final, los dos se han quedado muy cerca en este circuito de Contidrom. Y me siento dividido. Por un lado el Polo acelera antes, frena mejor, es un coche equilibrado, y con más chispa que su antecesor. Pero el que me hace hervir la sangre en circuito es el Fiesta ST. Tiene una dirección más directa, un motor que conquista, y obliga a concentrarse más en el pilotaje. Es un coche que me sigue en cada movimiento, que me hace sentir cada metro de asfalto. Aquí llega un poco más caro por su equipamiento de cuero, pero, ¿quién quiere cuero en circuito?

Al final, la cuestión es subjetiva. Según el tipo de coche que quieras tener. O el más confortable y noble Polo GTI, o el más deportivo y radical Fiesta ST.    

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