Comparativa: Audi A3 Sportback, BMW 118i, Mercedes A 200 y VW Golf eTSI

Comparamos cuatro modelos compactos de transmisión automática. Buscamos al mejor entre el Audi A3 Sportback, el BMW 118i, el Mercedes A 200 y el VW Golf 1.5 eTSI.

Compacto. Esta categoría fue de alguna manera, y en algún momento, un plato básico imprescindible: ni demasiado caro, ni demasiado potente, ni demasiado exagerado. Coches prácticos para todos y para todo. Hoy, al menos en Audi, BMW, Mercedes y VW, hay muchos más ingredientes: rendimiento, lujo, líneas finas e incluso apoyo eléctrico ligero, por ejemplo.

En este sentido, Volkswagen cuenta con un generador de 48 voltios bajo el capó del VW Golf 1.5 eTSI de 150 CV; eso es suficiente, incluida la batería para arrancar el motor de combustión o al acelerar. Como eTSI, el VW Golf tiene un precio mínimo de 31.835 euros, pero con un DSG de 7 velocidades, cockpit virtual y control automático de distancia, está muy bien equipado y actualizado.

El nuevo Audi A3 también cuenta con esa hibridación ligera. En Ingolstadt, eso significa que el Sportback 35 TFSI S tronic y funciona exactamente con el mismo principio que en el Golf, incluida una transmisión de doble embrague con siete velocidades.

Mercedes tiene el Clase A 200 automático para competir en esta liga. Su peculiaridad: obtiene 163 CV de un motorcito de solo 1,3 litros. Los cuatro cilindros no tienen que sudar todo el tiempo; dos de ellos pueden tomarse un descanso gracias a su tecnología inteligente de desconexión de cilindros. Eso ayuda a ahorrar combustible.

BMW solo tiene tres cilindros. El 118i con motor 1.5 turbo de gasolina debería ser más moderado en consumo de acuerdo con el típico principio de downsizing. El Serie 1 de 140 CV cuenta con transmisión automática DKG de siete marchas por 1.133 eruos más que el manual. 

BMW Serie 1: piensa diferente

El 1.5 hace lo suyo, con toda su sencillez, muy bien. Los 140 CV están ahí, por lo que BMW es más rápido que el Audi, que tiene 10 CV más. En aceleración desde parado el motor pierde tiempo; ya que esta mecánica resopla demasiado a baja velocidad. Pero funciona de forma silenciosa y sorprendentemente suave. Lástima que el chasis irradie un ritmo frenético.

La dirección carece de elasticidad al retornar, y esto influye en que no sea muy estable en línea recta sobre superficies en mal estado. El BMW resulta inquieto e impreciso en carretera. Los asientos delanteros son impecables (con formas fuertes, tapizados resistentes), pero resultan pequeños en todas las cotas. El sistema operativo iDrive con botón giratorio es de primer nivel. Buen coche, pero no ha podido con sus homólogos.

Mercedes Clase A: vuela bajo

En Mercedes deberían ignorar a dos grupos de personas: las que suelen recoger a sus suegros y los conductores que conducen mucho por los parking. Porque meterse en la parte trasera es un ejercicio de contorsionismo indigno, y porque el morro del Clase A 200 roza en las rampas. Si se obvian estos dos detalles es un gran coche.

Con el Mercedes se circula con absoluta confianza, la dirección funciona perfectamente, el motor tiene potencia y solo se le escucha a alta velocidad. El chasis es deportivo y de buen filtrado al mismo tiempo. El sistema de amortiguación (en posición Comfort) no funciona muy bien con juntas de hormigón. ¿Cómo se comporta en cambios de apoyo, frenada? ¡Es perfecto! ¿Precio y mantenimiento? Altos. Esto le ha relegado a la penúltima posición.

Audi A3: herramienta fina

Dos cosas lo separan del Golf, pero por lo demás es muy similar: todo parece un poco más fino y más caro (por ejemplo, un amortiguador sujeta el capó en lugar de un palo como en el Golf), y hace que todo sea un poco más ágil.

La dirección reacciona con mayor precisión, apura aún más limpiamente las curvas y las correcciones se realizan más rápido. Sin embargo: las llantas de 18 pulgadas no ayudan en la prueba de frenos. Aquí el VW lo hace casi un metro mejor. El 1.5 del Audi funciona de forma agradable y suave, no bebe demasiado y lleva al compacto a una orgullosa cima de 224 km/h. A pesar de tener la misma plataforma, hay menos espacio en la parte trasera y el maletero es más pequeño. Como en el VW, los sistemas de asistencia son muy buenos. Lo que es mejor que en el VW: hay más botones fijos y un control para la radio en la consola central.

VW Golf: genio universal

Un Golf como este es un coche redondo. En todos los sentidos. Por ejemplo: el 1.5 eTSI puede ser cómodo e informal, pero también puede ser rápido y sincero. Su motor empuja con fuerza, pero es discreto y económico. Hay suficiente espacio en todos los asientos y ofrece mucha comodidad en todos, y aun así sujetan bien el cuerpo. Los amortiguadores ajustables (en opción por 830 euros) permiten una comodidad de suspensión aún más suave que con el Mercedes.

Los resultados en rendimiento de frenado, la estabilidad de conducción y la precisión en carreteras en mal estado son excelentes. Y gracias a su menor peso, puede seguir muy de cerca al Mercedes más potente. Eso sí, la forma de manejar el sistema de infoentretenimiento es estresante. Casi todo debe controlarse a través de la pantalla táctil de alto nivel, pero en la que ni siquiera puede apoyarse la mano.

Conclusión

El VW Golf y el Audi A3 comparten la base técnica; en consecuencia, los dos son similares en términos de propiedades y, en última instancia, aterrizan juntos en primer lugar. Les sigue el Mercedes que tiene un precio muy alto y el BMW, que compite con un motor más pequeño, pero no menos sediento.