El Concept Citroën Lacoste: diseño y tecnología

El Concept Citroën Lacoste pretende terminar con los prejuicios de los coches compactos: su carrocería abierta de menos de cuatro metros de longitud destaca por su línea deportiva, la cintura elevada, las aletas abultadas y con textura, los voladizos mínimos y unas llantas que recuerdan a una pelota de golf. Igual de llamativos son los amplios recortes de las puertas delanteras y un parabrisas que desaparece por completo. El techo fijo se ha sustituido por una estructura en forma de “T” que se prolonga hasta el maletero y que cumple una doble función: sirve de ayuda para acceder al vehículo y acoge una capota autoinflable.

Diseñado como un bolso de mano, el habitáculo incluye numerosos compartimentos bajo el salpicadero y entre los dos asientos, recubiertos de un piqué blanco cuya trama recuerda la de los polos, icono de la marca Lacoste. Algo similar ocurre con los cinturones, cuyos anclajes retoman la forma del cuello de esta prenda. La moldura del salpicadero se convierte en una pantalla que informa de la velocidad o las indicaciones de dirección a través de pictogramas con píxeles sobredimensionados que homenajean a las primeras consolas de videojuegos. Por su parte, el volante desplazable permite pegarlo al salpicadero para facilitar el acceso del conductor. Un poco más complicada es la entrada a las plazas traseras -mediante un salto-, que pueden escamotearse en el portamaletas para ofrecer mayor espacio interior.

Mecánicamente, el Concept Citroën Lacoste ha optado por un motor gasolina de 3 cilindros que, según el fabricante, “cuenta con las características técnicas adecuadas para mover a un vehículo de sus dimensiones y peso”.