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Sand-X: una moto de nieve para las dunas

Urs Eiselin, campeón de snowboard de Suiza, ha modificado una moto de nieve para adaptarla a la arena del desierto. Los jeques más adinerados ya han sucumbido a sus encantos. AUTO BILD 4x4 también ha 'caído' en la tentación de probarla.

Por su sonido se nota que el Sand-X es un dos tiempos. Con casi 160 CV, pero sólo 800 cc. Y con eso voy a volar dentro de nada por las dunas de Dubai.

Esta lujosa ciudad está de moda: 1,5 millones de habitantes, 70.000 millonarios, el polvo de innumerables obras, interminables atascos. En cuanto al tráfico, el Emirato está metido en un callejón sin salida, pero ahora va a tener algunos carriles más. Resulta muy fácil pensar en evitar todo el tráfico bordeando la ciudad, por el desierto.

“Siempre me ha fascinado Dubai”, recuerda el empresario Urs Eiselin. A los fans del Snowboard les sonará su nombre: el suizo fue subcampeón del mundo en 2005. “Mi hermano tuvo la idea de hacer un vehículo de nieve, pero para la arena. Casualmente, durante las pruebas de los prototipos estaba presente el ministro de Asuntos Personales de Dubai, (el encargado de la diversión del príncipe heredero), que siempre está en busca de juguetes nuevos para él. 

La Sand-X que ves en las imágenes pertenece a la segunda generación. Como base ha servido la moto de nieve Bombardier MXZ 800. “Pero nosotros le hemos cambiado 250 piezas o las hemos modificado". Los amortiguadores originales se derretirían aquí y, lógicamente, también el sistema electrónico.” El radiador proviene de los especialistas locales Dolphins, los neumáticos del fabricante americano Sand Store, los bujes de aluminio de una empresa suiza y en el motor se alojan pistones de altas prestaciones de Mahle y SKF-Lager.

¿La clientela? Nobles hijos del desierto a los que les gusta pedir extras como una nevera, o alguna pintura especial de West Coast Customs.

El manejo: acelerador en el puño derecho del manillar y en el izquierdo el freno. Acelero con cuidado y no pasa absolutamente nada. Los que conducen quads saben lo que es eso: la transmisión automática por correa trapezoidal necesita un segundo para pensárselo. Después de esta espera, por fin le llega un chute de potencia y es entonces cuando esta cosa empieza a empujar de verdad. Los 2,8 segundos que tarda en acelerar de cero a 100 km/h son más que impresionantes. ¡La aceleración es bestial!

A pesar de esto, el piloto se siente muy seguro: el Sand-X es ancho, bajo y se inclina menos que un quad. Sólo hay que tener cuidado al frenar en las dunas, ya que a la zaga le gusta irse de lado. El freno de disco sólo funciona en la oruga trasera. A más o menos un octavo de aceleración, la moto levanta una cortina de arena; a un cuarto lo que debería hacer el fabricante es emitir un billete de avión. ¿Tiene límite el Sand-X? ¡Imposible! “Es como un cohete espacial”.

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